La Justicia denegó arresto domiciliario para Cristina Mateos
La semana pasada el Juzgado de Garantías N° 3 de San Nicolás denegó el pedido de beneficio de morigeración de la medida de prisión preventiva que pesa sobre Cristina Mabel Mateos, de 68 años, única imputada y detenida por el asesinato de Norberto “Tito” Boccardo.
La Jueza María Eugenia Maiztegui rechazó los argumentos del Defensor Oficial Alejandro Ares, quien había solicitado que Mateos fuera beneficiada con arresto domiciliario hasta tanto se termine la instrucción de la causa en la que está acusada.
A raíz de esta determinación judicial, la sospechosa de asesinar a su pareja y montar un escenario para simular un suicidio deberá aguardar la fecha del juicio oral y público en prisión, a menos que la solicitud de morigeración prospere en Cámara, donde Ares volverá a hacer el planteo.
La Defensoría entiende que están dados los extremos para que reciba ese beneficio y no siga detenida en una unidad penitenciaria de Mercedes, donde permanece alojada desde que en enero ordenaron aprehenderla.
Aunque argumentaron que no tiene antecedentes ni es peligrosa, que tiene una edad avanzada, que necesita atención médica y que no hay riesgo de fuga o de que entorpezca el proceso judicial, la Jueza entendió que debe seguir en una celda.
Única detenida
Cristina Mateos es la única detenida por el crimen de Norberto “Tito” Boccardo, su pareja, quien fue encontrado sin vida en su casa de Villa Jardín el 7 de noviembre de 2014.
En diciembre pasado, el Fiscal Marcelo Manso pidió la detención de la pareja del hombre muerto y caratuló la causa como homicidio, tras un imponente informe de los peritos de la Superintendencia de Policía Científica que establecieron, más de dos años después, que no se trataba de un suicidio, como se pensó en un primer momento.
La Justicia ordenó luego que Mateos permanezca detenida con prisión preventiva, al entender que podía haber riesgo de fuga o entorpecimiento de la investigación.
Ahora, tras el pedido de la Defensoría oficial –antes tenía abogado particular–, la jueza interviniente vuelve a denegarle la salida de la celda, esta vez con el rechazo al pedido de arresto domiciliario.
No fue un suicidio
Norberto Hugo “Tito” Boccardo fue asesinado durante la madrugada del 7 de noviembre de 2014, entre las 4.00 y las 6.00 de la mañana en su casa ubicada en el Mojón 272 del paraje Villa Jardín.
Cuando la policía arribó al lugar su cuerpo estaba boca arriba en la cama donde había indicios de que había estado otra persona. Tenía un hilo de sangre que corría desde el orificio izquierdo de su nariz hacia la mejilla y se perdía en el cuello. La mano izquierda, con el puño cerrado, estaba bajo su pera. La derecha, en tanto, cruzaba su pecho y descansaba bajo el otro brazo, abierta pero con los dedos pegados, sobre el acolchado.
Para los peritos que dictaminaron que no se trataba de un suicidio sino de un asesinato, el cuerpo fue la prueba “más importante e irrefutable”. No hay manera de que la víctima haya quedado en esa posición tras descerrajarse un disparo.
Además, la distancia desde donde se produjo el disparo no condice con la actitud típica del suicida, que apoya el arma en su cabeza y dispara, para asegurar el sitio de impacto. Los peritos establecieron en alrededor de cuatro centímetros esa distancia.
La posición en que se hallaron las manos y la ubicación del arma no presentan una concordancia con su mecanismo de producción por acción propia.
Los análisis de restos de pólvora practicados sobre el fallecido Boccardo y sobre la ahora acusada Cristina Mateos fueron fundamentales para elevar las sospechas que pesan sobre ella en relación al crimen. Los resultados dan cuentas de que es en las manos de ella donde se hallaron valores más altos de presencia de plomo, bario y antimonio.