La inseguridad en la Terminal desbordó
La Terminal de Omnibus sigue siendo blanco de los delincuentes. Las oficinas se ven obligadas a cerrar antes de la llegada de los últimos micros. El Domingo asaltaron el local donde funciona el kiosco y hace poco tiempo le todó a las oficinas de Chevallier. El concesionario sostiene que su contrato se ha prorrogado de hecho y que no hay custodia para el lugar desde hace mucho tiempo.
Desde hace un largo tiempo las empresas que tienen oficinas radicadas en el predio concesionado en 2008 están haciendo reclamos por los hechos delictivos que ocurren en el lugar. En el invierno asaltaron las dos empresas: Chevallier y Billoch llevándose toda la recaudación. En esa oportunidad dos sujetos ingresaron armados a uno de los locales y redujeron a los empleados. Luego de sustraerles los efectos personales y el dinero en efectivo los encerraron en las oficinas de sus respectivas empresas.
El pasado domingo 25 de diciembre a las 22.00 ingresó un desconocido armado a la confitería de la terminal para robar dinero y artículos para la venta.
La titular de Chevallier reclamó presencia policial y la iluminación de la plaza que “es una boca de lobos”. Asegura que hay gente viviendo ahí. Denuncia que las luces están quemadas y que el Municipio no se hace cargo, como lo prometió en una reunión luego de que sufrieron el primer robo.
Ante esta situación tomaron algunas medidas fuera de las habituales. No esperan la llegada del último micro que arriba minutos después de medianoche y tratan de salir en el momento en que aún hay gente en el lugar. El bufet cierra más temprano y a la mañana en Chevallier contrataron a un hombre para tratar de evitar los hechos de inseguridad. La llegada de turistas queda a la buena de Dios, sin personal en el lugar ni posibilidad de consultar sobre los destinos a los que se dirigen.
El concesionario de la terminal asegura que el mantenimiento de la plaza no está estipulado en el pliego y que cumplió con todos los requisitos solicitados. Afirmó que los baños están abiertos las 24 horas y que paga a personal para que los cuide. Dice que hace todo lo que puede y que no es rentable porque con la caída del servicio de corta distancia, los micros no están entrando en la Terminal y no hay flujo de gente. Pidió la prórroga por dos años más al mismo canon de 2008, 3.500 pesos.
Es evidente que para una ciudad turística la mala ubicación de la terminal, sumada a los deficientes servicios complica el recorrido urbano y obliga a quienes tienen que viajar a trasladarse a otras ciudades para hacer combinaciones. Por la dimensión que ha cobrado San Pedro como destino urge una solución y un traslado a un lugar más adecuado para la llegada de distintas lineas de transporte que muchas veces dejan en plena ruta 9 a los pasajeros.