La historia de siempre, que se resuelve a los tiros
Tiroteo y heridos en el barrio San Miguel. Un joven de 25 años baleó a dos primos que supuestamente lo atacaron en la mañana del domingo.
Un grave enfrentamiento armado se produjo en la mañana del domingo en el barrio San Miguel, sobre Javier Rivero al 1800. Cerca de las 10.00 un grupo de jóvenes mantuvo una disputa que terminó con dos de ellos heridos en plena vía pública.
Al parecer, el altercado que viene desde hace tiempo terminó de la peor manera. Uno de los jóvenes, de apenas 16 años, recibió un disparo en pleno rostro, ingresando por la boca. Mientras tanto, su primo, un joven de 18 años, fue herido en un brazo. Ambos chicos fueron trasladados a la guardia del Hospital y quien permanece internado es el menor de 16.
Si bien son muy pocas las personas que quisieron aportar detalles del porqué de semejante violencia, fue la mamá de quien disparó la que se animó a relatar lo que sucedió.
“César está cansado de que estos pibes le hagan cosas”, dijo la mujer. “La semana pasada ya habían tenido problemas, porque estos chicos molestan a todo el barrio, y ahora volvió a suceder. Mi hijo tiene antecedentes de cuando era menor, pero ahora que tiene 25 años, se dedica a vender en la calle y de eso vive, pero no se mete con nadie. Lo que pasa es que estos chicos lo cansaron y cuando estaban peleando alguien le alcanzó un arma y ahí le disparó, después fue y se entregó en la Comisaría”, detalló.
Según pudo saber La Opinión, ya la semana pasada se habían agredido y una de las partes habría intentado incendiar y derrumbar la casa de su rival. Lo acontecido el domingo fue el resultado de una secuencia de enfrentamientos, ya que desde el día anterior “se venían amagando”.
Uno de los jóvenes heridos, el de 18, recibió un disparo en el brazo izquierdo que además le provocó una fractura. Mientras tanto, quien llevó la peor parte fue el menor de 16. El disparo ingresó por la boca, el proyectil atravesó el labio, traspasó el maxilar y la bala quedó alojada en la cara izquierda del cuello, al lado de la carótida. Es decir que salvó su vida de milagro. Este joven evolucionó favorablemente de la herida sufrida y permanece alojado en el Hospital local.
El agresor permaneció detenido hasta ayer martes y en horas de la mañana recuperó su libertad.