La historia de la metalúrgica donde detuvieron al exchofer del intendente y el rol de los cooperativistas
El allanamiento que desbarató una banda de piratas del asfalto en Baradero se produjo en una metalúrgica que era propiedad de un emprendedor y político baraderense que se fundió, por lo que quedó en manos de un grupo de trabajadores que crearon una cooperativa y le expropiaron el predio y las máquinas. Uno de los detenidos es sobrino del presidente del Consejo de Administración, que fue aprehendido y liberado junto a otro de los miembros. El fiscal considera que no hay muchas pruebas contra ellos, pero los mantiene procesados.
El ahora exchofer del intendente Cecilio Salazar, Leonardo Macelli, fue detenido en un allanamiento que desbarató una banda de piratas del asfalto en el preciso momento en el que cargaban mercadería robada en un camión dentro de un depósito ubicad en ruta 41 y General Roca, en Baradero.
La planta allanada es una histórica metalúrgica de Baradero, propiedad de la familia de Ricardo “Picky” Schlegel, reconocido además por su labor política: fue concejal y en 2017 ocupó la Dirección de Producción del gobierno de Fernanda Antonijevic.
Schlegel se fundió trabajando en la empresa que fundó y en la que trabajó y dio trabajo toda la vida. Un grupo de operarios tomó la planta y, con respaldo de organizaciones sociales como el Movimiento Evita, cuyo referente baraderense es Fabián “Curu” Ferreyra, que en ese momento era funcionario de Carossi, conformaron una cooperativa y se quedaron con el galpón y las máquinas.
La ordenanza que permitió la expropiación fue aprobada en el Concejo Deliberante. Ese día levantaron la mano hasta los excompañeros de bloque de Schlegel. En 2015, la Legislatura aprobó la ley de expropiación y el metalúrgico perdió todo. Hasta ahora, no le pagaron. El plazo vence el año que viene.
El detenido Leguizamo fue el encargado de alquilar parte del predio como depósito. El presidente de la cooperativa, Carlos Ricardo Nores, es su tío, al igual que Macelli. Cuando llegó el allanamiento, “estaban trabajando en cuestiones relacionadas con herrería, por eso entendimos que el material probatorio es menor en su caso y los dejamos en libertad”, explicó el fiscal.
“Las personas de la cooperativa no guardan relación, en principio, con la piratería. Ellos alquilaron un predio y podría haber sido de buena fe”, señaló, aunque los mantiene imputados y se sabe que no les estaría permitido arrendar una “fábrica recuperada” aunque sea parcialmente.
El propio Shlegel, que logró volver al mercado en su rubro y con más de cinco decenas de empleados, tuvo que rentar otro lugar para poder desempeñar su oficio frente al predio que fue de su propiedad.
En diálogo con La Opinión, “Curu” Ferreyra dijo que continúa asesorando legalmente a la cooperativa en cuestiones relacionadas con ese tipo de administración, consideró que los miembros del Consejo de Administración “son perejiles”.
“Se comieron el garrón porque no había contrato escrito ni nada firmado, era de palabra, ahora lo tienen que explicar a través de la investigación”, señaló.
“Esto es una torpeza enorme de la banda, que expuso ante unas 20 personas esa mercadería”, dijo Granda y reveló que el depósito fue alquilado hace seis meses.