La golpeó, le quiso quemar la casa y la amenaza
Una mujer que sufría reiterados episodios de violencia por parte de su expareja aguardaba asistencia luego de que el agresor intentara prender fuego la casa en la que vive con sus cinco hijos. Organizaciones feministas reclamaron por el cumplimiento de las leyes que protegen a las mujeres y a los niños.
Karen podría estar muerta. El “casi” que la define está en riesgo todos los días. El sábado a la tarde, tras reiterados episodios de violencia, su expareja cometió el último, que podría haberles costado la vida a ella y a sus cinco hijos de entre dos meses y ocho años.
El exmarido le propinó una golpiza. Le gritó que la iba a matar y que le iba a prender fuego la casa. Lo segundo fue lo que hizo. Roció la cocina de la vivienda con un bidón de nafta y provocó un incendio que los bomberos lograron sofocar sin que hubiera que lamentar víctimas.
En la zona de Almafuerte al 2400 los vecinos cuentan que los gritos y las peleas eran constantes. Temían que algún día pasara lo que pasó. El agresor, con antecedentes penales y problemas psiquiátricos, lo había advertido.
El día del incendio fue aprehendido. Tenía un golpe en la cabeza porque Karen se había defendido. Por ello fue asistido en el Hospital. Tras las curaciones, lo dejaron en libertad, tal como ordenó el Juez de Garantías. Al irse, robó elementos de una ambulancia. Lo aprehendieron, lo notificaron de la causa y el Juzgado ordenó nuevamente su liberación.
El lunes volvieron a aprehenderlo, luego de que amenazara a su expareja y ella denunciara en la Comisaría de la Mujer. La Justicia dispuso una medida de restricción perimetral, aunque si lo liberan temen que la incumpla, como ya hizo en otras oportunidades. Frente a donde estaba la puerta de la casa de Karen –ya no está, por el incendio– había un patrullero de la Policía Local, dispuesto como custodia.
“Él anda rondando, me está amenazando”, dijo Karen. “Me va a matar, tengo mensajes. No sé si esperan que me pase algo para venir”, reclamó. Ese lunes habían estado en su casa empleados de la Secretaría de Desarrollo Humano. “Los que vinieron, se van y quedamos solos. Vino Desarrollo Humano y querían llevar los chicos al hogar. Me dijeron que a mí no me podían dar refugio, solo a los nenes”, relató.
Representantes del Movimiento de Mujeres Minerva Mirabal emitieron un comunicado para informar que se habían presentado en Fiscalía para plantear “la necesidad de agilizar y activar los mecanismos legales para la protección de las víctimas sobre todo de los menores y el encarcelamiento del agresor”.
“Él anda rondando, me está amenazando”, dijo Karen. “Me va a matar, tengo mensajes. No sé si esperan que me pase algo para venir”, reclamó.
Luego estuvieron en Desarrollo Humano, donde las recibió la secretaria Karina Chiarella. “Volvimos a plantearle le necesidad y urgencia del trabajo en red para los casos de violencia de género”, informaron desde la organización feminista, que reclamó “el pleno cumplimiento de las leyes Nº 26061 (ley nacional de Protección Integral de los derechos de Niños, Niñas y Adolescentes) y ley Nº 26485 (Ley de Protección Integral a las Mujeres)”.
“Prevenir, sancionar y erradicar las violencias contra las mujeres”, dice la ley. “Evitar el peregrinaje de las mujeres por comisarías, fiscalías y juzgados donde deben explicar la misma situación una y otra vez ante miradas incrédulas y sonrisas socarronas”, reclamaron las integrantes de Minerva Mirabal.
“No es sólo proteger a personas en riesgo, es cumplir con la Ley que habla del derecho a vivir vidas sin violencias”, indicaron.