La Defensa del pedófilo Varela ofreció condena de 15 años, pero el Fiscal va por más
Detenido en el penal de máxima seguridad de Sierra Chica, el acusado de abusar de al menos 10 niñas espera el juicio oral. La Defensoría Oficial ofreció que Cristian Varela reconozca sus delitos a cambio de una condena que a la Fiscalía le parece insuficiente. Así las cosas, el caso se encamina al juicio oral y público.
La suerte del patinador pedófilo Cristian Varela está echada. Preso en el mismo penal donde purga condena Carlos Robledo Puch, el sampedrino -considerado autor de la saga delictiva más horrenda de las páginas policiales locales junto con el violador serial Pablo Pérez o los docentes que abusaban de sus propias hijas- espera en su celda que le informen cuántos años deberá permanecer tras las rejas.
Mientras la defensa busca que la pena impuesta sea la menor posible. Para ello, propuso firmar un juicio abreviado, con una condena para Varela por la máxima posible para ese tipo de figura, que Fiscalía rechazará.
Si así sucede, habrá juicio oral y público para que el pedófilo se someta al Tribunal.
Manso no quiere juicio abreviado
El abogado que ejerce su patrocinio a través de la Defensoría Oficial no tiene demasiados elementos para asistir al abusador de al menos diez niñas menores de edad, por lo que su último movimiento fue ofrecer que el exempleado de una reconocida perfumería del centro aceptara sus delitos y que su condena sea de 15 años a través de la institución del juicio abreviado.
El Fiscal Marcelo Manso, que instruye la causa desde que Gabriela Ates fuera suspendida de su cargo, avanzó en el expediente y, tras el minucioso estudio de los elementos de prueba contra el pedófilo, se apresta a rechazar la propuesta.
Si bien aún no hay fecha ni tiempo estimado para la definición, La Opinión pudo saber que el titular de la UFI 5 no accederá a la solicitud del juicio abreviado porque la pena de 15 años le resulta insuficiente para el tenor de lo que se juzga en el caso.
El plan de Manso sería que haya un debate oral y público en el que se expongan los detalles de los aberrantes delitos cometidos por el pedófilo -que abusaba de sus víctimas tras engañarlas para someterlas sexualmente-, con la expectativa de que el Tribunal imponga una condena de no al menos 20 años de cárcel para Cristian Varela.
Una historia aberrante
Cristian Varela tenía 42 años cuando fue apresado el 30 de mayo de 2014 mientras trabajaba en una perfumería cercana a su casa y puesto a disposición de la Justicia.
Era conocido por su participación en pruebas atléticas y de patín carrera. La mayoría de quienes lo trataban a diario no imaginaban lo que escondía. Una minoría sospechaba. Desde las publicaciones en Facebook hasta sus actitudes en los viajes con niñas, había demasiadas cosas raras.
La investigación del caso comenzó cuando la Fiscalía General recibió una denuncia con material fílmico y fotográfico que comprometía a Varela. El Ministerio Público Fiscal derivó a la UFI 7 de Gabriela Ates, quien en poco tiempo logró reunir elementos suficientes para pedir el allanamiento y la orden de detención.
A medida que fue avanzando la instrucción de la causa se sumaron pruebas cada vez más contundentes.
Desde el momento en que la policía ingresó a la casa de Lavalle 39, los casos comenzaron a sumarse y abrieron nuevas instancias de investigación. Las víctimas se animaban a hablar y sus familiares a denunciar.
La técnica de Varela para cometer los abusos era similar en cada caso. A través de las redes sociales, por cartas o personalmente, el pedófilo seducía a las niñas para satisfacer sus perversidades. “No hay edad para el amor”, publicaba en su muro de Facebook.
Compartía la casa con su mujer, quien a pesar de aparecer en los videos y de convivir con el monstruo no fue aprehendida, porque la Justicia desestimó siempre los pedidos de imputación en su contra. Allí había material pornográfico con menores de edad, textos en los que relataba cada una de sus “conquistas” al punto de contar en detalle las prácticas sexuales a las que las sometía, y hasta fotografías diseminadas por todos los ambientes.
Un pedófilo conectado a una red internacional
A pesar de que Varela es el único imputado en la causa judicial, la sospecha de que no pudo haber actuado solo siempre existieron. No sólo la cantidad de fotos de niñas sino también la colección de dibujos hechos por él mismo daba cuentas de que quien ingresara a la vivienda debería haber sospechado algo.
Allí había hasta diversos objetos de utilidad íntima y sexual, como así también vestimentas y ropa interior de menores, computadoras, pendrives, tarjetas de memorias, CD y cámaras de fotos que no estaban ocultos.
La investigación permitió establecer que el pedófilo Cristian Varela abusó sexualmente con acceso carnal de sus víctimas, a las que filmaba, fotografiaba y dibujaba en las escenas a las que las sometía.
Además, los elementos secuestrados en la vivienda del pervertido permitieron confirmar su conexión con una red internacional de pedófilos.
La Fiscalía del Dr. Manso trabaja para lograr que la condena a Varela sea ejemplar. Son varias las figuras legales en las que se lo puede encuadrar y el Fiscal busca que sobre él recaiga la pena máxima posible.
Delitos contra la integridad sexual; abuso sexual de personas de uno u otro sexo menor de trece años mediante violencia, amenaza, abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia; abuso sexual por su duración o circunstancias de su realización, sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima o acceso carnal por cualquier vía, son las características que se advirtieron en este caso.
El Código Penal establece que las penas pueden ir de los 15 a los 20 años si se logra comprobar que el abusador tenía algún tipo de guarda o amistad con sus víctimas. Entre las abusadas por el pedófilo sampedrino se cuentan familiares suyas y niñas que entrenaban con él.