La creciente no da tregua y el río superó las marcas previstas
Prefectura informó ayer una medición de 4,12 metros, la más alta hasta el momento. El último relevamiento registró 25 familias en islas, de las cuales dos tenían el agua adentro de sus casas, por lo que un grupo decidió autoevacuarse hacia el continente y otro permanecía en la zona. En la costa local, el agua cruzó la calle.
El río Paraná continúa desbordado de su cauce normal con una creciente que desde antes de fin de año no para de registrar marcas elevadas y preocupantes, sobre todo para actividades productivas, turísticas y para la vida cotidiana de quienes viven en la zona de islas y en la costa local.
Ayer por la mañana se registró el pico máximo hasta el momento, con 4,12 metros, que a la tarde había bajado a los 4,10 m, el promedio anunciado por el Instituto Nacional del Agua (INA) para San Pedro.
Defensa Civil recorrió la zona de islas la semana pasada y tenía previsto hacerlo entre mañana y pasado, dependiendo de las condiciones climáticas.
El último relevamiento informó que unas 25 familias permanecían en sus hogares, aunque dos de ellas se vieron afectadas por los últimos centímetros que subió el agua. De ellas, una se autoevacuó en el continente y la otra buscaba mudarse a otro sector islero, junto a familiares, para no estar muy lejos de su casa.
Las previsiones indican que la creciente va a perdurar al menos un mes más. El INA considera que durante marzo puede haber un promedio de 3,70 m, lo que mantiene la altura del río por encima de los niveles de alerta, a pesar de una “tendencia descendente” que “aliviará acotadamente la situación en la región en las próximas dos semanas”, según indica el último informe de la perspectiva hidrológica emitido por el organismo, con firma del ingeniero Juan Borús.
En la costanera, el agua que anegó clubes, campings y espacios públicos cruzó la calle. Frente al Buque Museo hubo tareas para desagotar y evitar que afectara a los vecinos.
En el barrio El Amanecer estaban preocupados porque tienen el agua muy cerca y ya habían matado unas tres víboras.