La continuidad de 11 de Septiembre se llamará Agenor Almada y su esposa está feliz y orgullosa
Cecilio Salazar enviará el proyecto al Concejo Deliberante para que lo apruebe y el paseo que está en obra brindará homenaje al nadador de aguas abiertas que realizó varias proezas, entre ellas el cruce del Río de La Plata. “Estoy contenta que hagan algo por él que ahora ya no está”, admitió a La Opinión Vilma, la mujer con la que vivió la mayor parte de su vida en el barrio del club América.
Agenor Almada es uno de los grandes deportistas que dio San Pedro en su historia y, entre ellos, luego de la calle al boxeador Rinaldo Ansaloni y el pasaje al piloto Osvaldo Morresi, uno al que le falta un reconocimiento post mortem. Sin embargo, el nadador de aguas abiertas lo tendrá porque el intendente, Cecilio Salazar, presentará en la corriente semana un proyecto al Concejo Deliberante para denominar la continuación de avenida 11 de Septiembre en el exbalneario municipal con su nombre.
Al mismo tiempo, la máxima autoridad local admitió que la familia del atleta se puso “contenta” por el homenaje, debido a que no fueron muchos los que le hicieron en su ciudad natal. La empresa Tecnicoop es la que lleva adelante la obra que está en pleno desarrollo en el marco de la segunda etapa de la puesta en valor de la zona ribereña que empezó con la peatonalización de la avenida y, según señalaron, culminará en poco menos de “tres meses”. Tal lo detallado en el proyecto, el plan completo implica: “Ejecución de suelo tosca-cemento; la confección de carpeta asfáltica y cordón cuneta; el señalamiento horizontal; la ejecución de sumideros; una provisión y colocación de caños; la cámara de inspección; instalación de luminarias con columnas; y forestación con árboles en cantero central”.
El “Yacaré del Paraná” realizó un sinfín de proezas en el agua y fue ídolo de muchos chicos que, en su época, aprendieron a flotar y nadar con él en aguas del río Paraná. Además de resistir 61 horas atado de pies y manos y unir en tiempo récord Rosario con Buenos Aires, su logró más recordado e importante es el cruce al Río de La Plata que completó en 1964 a sus 31 años. La prueba comenzó el domingo 1 de marzo a las 15.30 en el puerto viejo de Colonia del Sacramento, Uruguay, y terminó en Hudson, partido de Berazategui, el lunes 2 a las 10.40. En el medio recorrió 38 kilómetros en 19 horas 10 minutos 30 segundos y estableció una nueva marca que superó la que tenía el entrerriano Ángel Viera desde 1945 con 20 horas 18 segundos. Lo curioso fue que cuando pisó la tierra, al ser consultado sobre si estaba agotado, señaló que “no”, que “ni siquiera” tenía “sueño” porque “tal vez” el suyo era el “cruce”.
Agenor no utilizaba traje de neoprene ni ningún elemento moderno sino una gorra confeccionada por su esposa y se untaba su cuerpo con grasa de lanolina. Actualmente, el récord que pasó por varias manos y tuvo el sampedrino durante muchos años lo lleva Damián Blaum quien logró el 18 de febrero de 2018 cruzar desde Colonia a Punta Lara (42 kilómetros) en 9 horas 6 minutos.
Almada nació en 1933 y falleció en 2012 a sus 79 años. Poco más de un lustro después, San Pedro lo homenajeará (aunque el proyecto debe ser analizado por los concejales, Cambiemos tiene mayoría simple) con una nueva obra que llegará a metros del riacho donde el Yacaré forjó su historia como deportista y dejó un legado imborrable.
Vilma, orgullo y felicidad
Es difícil encontrar en el barrio del club América una persona que desconozca cuál es la casa de Vilma porque jamás la abandonó. Su lugar en el mundo está a poco más de una cuadra de donde se inaugurará en los próximos meses el homenaje más importante a su esposo, Agenor Almada, como será la continuidad de avenida 11 de Septiembre hasta metros del riacho en el que tantas veces entrenó y utilizó para realizar sus proezas.
“Estoy muy contenta y sorprendida sobre todo porque nunca le hicieron nada. Estoy muy contenta que hagan algo por él que ahora ya no está”, reconoció la mujer que, atenta, recibió a La Opinión en su hogar con fotos, muchas inéditas, del “Yacaré del Paraná” y compartió recuerdos y anécdotas de las andanzas de quien fue uno de los deportistas más reconocidos de San Pedro. Y agregó: “Agenor debe estar re contento porque uno se va pero siempre está. Él hizo mucho en el barrio, ayudó mucho y le enseñó a nadar a todos los que ahora tienen más o menos 50 años”.
Sobre cómo se enteró de que el intendente, Cecilio Salazar, propondrá al Concejo Deliberante ponerle el nombre de Agenor Almada a la nueva obra, explicó: “Vino Eliseo (Almada; su papá es sobrino de Agenor) a mi casa y me dijo que me andaba buscando el intendente por lo que iban a hacer y si le daba el ok”.
El reconocimiento será el primero que la Municipalidad le hará a Almada después de haber fallecido. Previamente, en 2010, durante el mandato de Pablo Guacone se inauguró con el nombre “Nadador Yacaré del Paraná” la plazoleta situada frente al buque museo General Irigoyen, entre las calles Rinaldo Ansaloni, Juan De Garay y Las Provincias; y el riacho. Sin embargo, Vilma admitió que hace “mucho” que no va al lugar que está en cierto estado de abandono y que le comentaron que “hace unos años quisieron robar la placa de piedra” que está puesta sobre un tronco. “No sé con qué propósito se la quisieron robar porque es de piedra”, reclamó. Aunque en el decreto con la que se nombró se indicó que “una vez desaparecida la persona física, pasará en su tiempo correspondiente a llamarse ‘nadador Agenor Almada’”, la placa tiene su denominación inicial con las letras desgastadas por el paso del tiempo. Además, hay algunos juegos en mal estado, bancos para contemplar el brazo del río Paraná y el museo y, en contrapartida, excremento de animales que pastan en el lugar delimitado por el Camping América y el Complejo Turístico Safari.
Un amigo famoso
El deporte llevó a Agenor a hacer amigos y uno de ellos fue Eugenio Raúl Zaffaroni quien entre 2003 y 2014 fue miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El abogado es aficionado a las aguas abiertas y estrechó una relación muy cercana con el ídolo local que Vilma recordó: “Raúl vino mucho a San Pedro a nadar con él. Incluso me saludó cuando murió Agenor. Lo conocemos de mucho antes a que estuviera en la Corte, venía acá y eran amigos. Una vez había un auto acá afuera y era Zaffaroni”. En ese momento, su hijo Carlos Agenor se sumó la distendida charla y aportó otros recuerdos con el actual Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos: “Cada vez que venía él yo lo acompañaba en la canoa a hacer el recorrido que iba a hacer al otro día en la competencia. Le gusta nadar, no es que sale primero pero compite”.
Almada pasó mucho tiempo de su vida en el agua del río Paraná a través del que unió Rosario con Buenos Aires en una de sus tantas andanzas de las cuales la más recordada fue el cruce al Río de La Plata. “Le decían el Yacaré por el cuero duro que tenía”, apunto su esposa quien, siempre memoriosa, relató que el hijo mayor que tuvieron en común lo “acompañaba a entrenar” junto con un “perro” pero que después “se cansaba” y el atleta se quedaba sólo con el animal.
Su lugar en el mundo
La pintoresca vivienda de Combate de Obligado al 0, donde Vilma se casó y tuvo sus hijos con Agenor, no siempre estuvo como en la actualidad porque explicó que atravesaron “tres crecientes” y que en la de 1983 “el agua no se iba más”. “Llegó a haber más de un metro de agua adentro, entrábamos con una canoa. Después se construyó la planta alta”, detalló.
Por último, la mujer y su hijo que comparte el nombre con Agenor, admitieron que las “locuras” que hacía el deportista le “gustaban” y que por ello no trataban “de frenarlo”. Y cerraron: “Tenía un grupo que siempre lo seguía y por más que le dijéramos que no, lo iba a hacer igual. En ese momento lo seguía toda la barriada. La madre de Daniel Fasce venía acá a preguntar con quién iba a su hijo a nadar porque no le creía que iba con Agenor. Cuando él iba andaba con la canoa, un perro y toda la muchachada en la canoa que también se tiraban y venían nadando río abajo”.