La columna del nutricionista Juan Pablo Corleto: “La alimentación en las escuelas”
Licenciando en nutrición, se graduó en la universidad UCEL de Rosario y trabajó en empresas gastronómicas y clubes. Se define como un "apasionado del deporte" y busca "aprender todos los días un poco más" para "perfeccionar" su "desempeño profesional en la materia".
La alimentación en las escuelas
Una buena alimentación favorece el correcto desarrollo corporal y el rendimiento escolar. Si los niños están bien alimentados, están más atentos y aprenden mejor. Ellos pasan muchas horas en la escuela, donde además de ingerir alimentos, comparten y adquieren hábitos de alimentación de sus pares.
Existen varios problemas sociales que influyen en la salud de los niños. Por ejemplo, para los niños llevar una fruta al colegio puede ser “mal visto” por sus pares y prefieren ese dulce que vieron en la publicidad, que por cierto lo pueden ingerir en su determinada medida. Lo cierto es que si el kiosco de cualquier establecimiento educativo se pusiera a vender frutas o verduras, probablemente se echen a perder.
Por eso se necesita un cambio profundo. Actualmente hay un alto porcentaje de niños con sedentarismo y obesidad. Ellos son el futuro y si el futuro de ellos es el actual… La máxima causa de muerte en adultos en nuestro país son las cardiopatías isquémicas asociadas directamente con la mala alimentación y el sedentarismo.
El niño debe consumir todos los grupos de alimentos para adquirir cada uno de los nutrientes, siempre respondiendo a sus necesidades corporales.
Para saber si el niño se está alimentando de manera correcta y/o aprender a hacerlo, se debe comunicar con un/a licenciado/a en nutrición.
Juan Pablo Corleto, licenciado en nutrición (M. N. 5175)
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