La ciudad y el país despidieron a Elvio Macchia
El histórico dirigente político y asesor del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación falleció el jueves producto de un paro cardiorrespiratorio que sufrió tras una sencilla operación de cervicales. Esa misma noche, Alicia y Cristina Kirchner acompañaron a la familia. Sus restos fueron velados en el Salón Dorado de la Municipalidad y despedidos por un importante grupo de amigos y militantes que se acercó a darle el último adiós. Entre ellos, miembros del gabinete presidencial como Parrilli, De Vido y Abal Medina.
El jueves por la tarde dejó de latir el corazón de Elvio Alfio Macchia, de 63 años, quien sufrió un paro cardiorrespiratorio durante el post operatorio de una intervención quirúrgica de cervicales a la que se había sometido ese día, producto de un problema que arrastraba hace tiempo y que le provocaba dolores importantes. La operación era sencilla, a pesar del temor que lo embargó los días previos.
Esa misma noche, la Ministra de Desarrollo Social de la Nación Alicia Kirchner llegó a la clínica de la Sagrada Familia para acompañar a la familia del hombre con quien la unía una larga relación. También llegó hasta allí la Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, para apoyar a su cuñada.
El presidente del Partido Justicialista local Daniel Monfasani solicitó al titular del Concejo Deliberante la posibilidad de velar los restos de Macchia en el Salón Dorado de la Municipalidad, en reconocimiento a su labor como edil de la ciudad y como referente político de ese partido.
Así, desde el viernes a la mañana, el Palacio Municipal se transformó en escenario de una verdadera procesión de familiares, amigos, compañeros de militancia, adversarios políticos, ciudadanos de a pie que alguna vez recibieron un eco a sus demandas, reclamos y propuestas, y funcionarios del gobierno nacional, con cuyo proyecto el fallecido dirigente estaba íntimamente relacionado y para el que trabajó desde que Néstor Kirchner asumió la presidencia.
Antes, hubo una ceremonia íntima en la Coopser para que los familiares pudieran despedir sus restos antes de que tuviera lugar el velatorio público.
Una historia militante
Elvio Macchia tiene nombre de peso propio dentro de la política local. Militante desde los tempranos 70’, cuando todavía era un estudiante de Derecho en la Universidad Nacional de La Plata, fue parte de la recuperación democrática de 1973, cuando el partido mayoritario del país volvió a participar de las elecciones, que ganaron Héctor Cámpora a nivel nacional y Oscar Bidegain en la provincia.
En ese marco, fue asesor y Secretario de Asuntos Constitucionales y Justicia de la Cámara de Diputados de la Provincia, cuyo titular era el legislador Nolo Rocca. Allí participó de la redacción de importantes leyes, como por ejemplo las famosas de Justicia de Paz Letrada o la de Ordenamiento territorial y uso del suelo, ideada por Alberto Aramouni y puesta en marcha por la Dictadura durante el primer mes del gobierno de facto que reemplazó a Victorio Calabró, el sucesor de Bideagain.
No hace mucho, Elvio Macchia había recordado para La Opinión aquellos momentos: “Nos citaron el 9 de abril (de 1976) a las 6.30 de la mañana al patio de la Legislatura. El Coronel Camblor dio la orden de que se les entregaran los proyectos más importantes”.
Abogado de profesión, durante la otra recuperación democrática, la que en 1983 facilitó el fin de la Dictadura más sangrienta de las que azotaron el país durante el siglo XX, fue electo Concejal municipal por el Partido Justicialista, desde cuyo bloque impulsó múltiples ordenanzas, protagonizó intensos debates y colaboró para el desarrollo de una ciudad que nunca abandonó y en la que nacieron sus hijos, forjó su carrera profesional y política, soportó los embates de ser un hombre público y fue blanco de elogios, objeciones, críticas y detracciones.
Aquí también fue delegado del Ministerio de Trabajo de la provincia, dirigente del club Independencia, Presidente de la Asociación Sanmartiniana y colaborador incesante de muchas organizaciones de la sociedad civil, en cuya importancia creía como buen peronista forjado en los 70’, al calor de la teoría de la comunidad organizada que ensayó Perón en 1949 y que guió los pasos de esa generación, en sus diversas variantes.
En sus años de estudiante platense conoció a Alicia, Néstor y Cristina Kirchner, con quienes los unió una intensa amistad, especialmente con la actual Ministra de Desarrollo Social de la Nación, quien lo convocó en 2003 a formar parte del equipo de trabajo cuando el kirchnerismo llegó desde Santa Cruz para conducir los destinos de la Argentina.
Desde entonces estuvo al frente del Nucleamiento Peronista Militancia Social, que representó al “kirchnerismo puro” en la ciudad y tuvo a su cargo la tarea de conformar en la región el intento de la Concertación Plural. Ello lo llevó a liderar el acuerdo con el entonces intendente radical Mario Barbieri, que integró a peronistas como Norberto Atrip en el gabinete y acompañó la lista de Cristina Fernández en 2007, con Sandra Mari como candidata a Concejal por el sector de Macchia.
Luego fue uno de los principales impulsores de la creación de la Corriente de Liberación Nacional (Colina), referenciada en la Ministra Alicia Kirchner. Integró la mesa de conducción nacional y fue el encargado del armado político de ese sector en la segunda sección electoral.
En 2009 acompañó como dirigente y militante la candidatura de su hijo Nicolás, quien siguió sus pasos en la abogacía y la política. En 2011 participó activamente del polémico cierre de listas de senadores provinciales en la segunda sección, sonó hasta último momento como candidato, y fue el encargado de la articulación política que derivó en la lista del Frente para la Victoria que postula a Daniel Monfasani como Intendente y a Nicolás como concejal.
Luto oficial
La cercanía de Elvio Macchia con las esferas donde se toman las máximas decisiones en el país quedó evidenciada el viernes por la mañana, cuando la Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner decidió suspender su agenda programada para ese día en señal de luto oficial.
A través de un comunicado firmado por el Secretario General de la Presidencia Oscar Parrilli, el Gobierno nacional informó: “A raíz del fallecimiento del Dr. Elvio Macchia, compañero y colaborador de la Ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner, la Presidenta Cristina Kirchner ha reprogramado su actividad del día de la fecha, trasladando para la próxima semana sus actividades oficiales”.
La estrecha relación de Macchia con la máxima dirigencia del país se notó en la congoja que pudo verse en la gran cantidad de funcionarios de diversos rangos que se hicieron presentes en la ciudad para despedir sus restos.
Entre ellos, pudo verse a su amigo personal Patricio Griffin, titular del Inaes, encargado de la emotiva despedida en el cementerio (ver aparte); Carlos Castagnetto, ex arquero y actual Secretario de Coordinación y Monitoreo Insitucional del Ministerio de Desarrollo Social; Oscar Parrilli, Secretario General de la Presidencia; Juan Manuel Abal Medina, Secretario de Medios de Comunicación; Julio De Vido, Ministro de Planificación Federal; Mariana Gras, Subsecretaria de Unidad de Coordinación para la Prevención, asistencia y erradicación de la violencia contra las mujeres. También se vio al intendente de Baradero Aldo Carossi y al candidato del Frente para la Victoria de Pergamino, Lisandro Bormioli.
Alicia Kirchner llegó pasado el mediodía, para lo que se dispuso un importante operativo de seguridad, con corte de calles incluidas. La Ministra aterrizó en helicóptero en un conocido hotel de la ciudad ubicado camino a Vuelta de Obligado. Acompañada por su hija Romina Mercado, estuvo dos veces en el Salón Dorado.
Ingresó acompañada por Nicolás Macchia y estuvo delante del féretro, con una gran cantidad de curiosos que colmaron el habitual recinto del Concejo Deliberante. Luego se retiró hacia la casa del hijo del fallecido Elvio, donde esperó al resto del gabinete nacional y volvió para permanecer hasta que el cuerpo fue retirado rumbo al sepelio, momento en que se fundió en un profundo abrazo de dolor compartido con sus seres queridos.
Entre los sampedrinos que fueron a despedir al dirigente local se cuentan el intendente municipal y la mayoría de su gabinete; los concejales Matías Velo, Sandra Mari, Damián Mosquera y, por supuesto, los miembros del bloque justicialista, con Daniel Monfasani a la cabeza; el ex titular del HCD Héctor “Pila” Pozzi; Weyler Luchessi; Juan Carlos Bertolini; Eduardo “Ñato” Estelrich y su hermana Pancha; Fernando Coronel; Gustavo Díaz; Mariano Veiga; Rogelio Estrada; Javier Sualdea; Joaquín González, Jorge Mora, Juan Carlos Plana, Sergio Pujol, entre otros.
La muerte de Elvio Macchia fue reflejada por todos los medios nacionales, que se hicieron eco a partir de la estrecha relación con miembros del gobierno nacional. A su vez, diversos sectores del kirchnerismo de todo el país destacaron su militancia.
De la misma manera, en San Pedro, la mayoría de los espacios políticos, desde los más afines a los históricamente adversarios, expresaron sus condolencias y reconocieron su trayectoria. El gobierno local suspendió tardíamente las actividades oficiales y decretó asueto administrativo, mientras que otras diversas instituciones reprogramaron actividades públicas para ofrecer luto en su memoria.
La despedida de un amigo
El titular del Inaes Patricio Griffin fue el encargado de despedir los restos de Elvio Macchia en el cementerio parque El Molino, donde fue sepultado ante una gran cantidad de personas que llegaron hasta allí tras acompañar la caravana que partió desde la Municipalidad y recorrió la ciudad por calles Pellegirini, San Martín y Crucero General Belgrano, precedida por dos motos. Estas fueron sus palabras, que La Opinión recuperó en exclusiva:
“Nos encontramos en La Plata con Alicia, con Elvio, con otra decena de compañeros y entre la alegría del estudio, el trabajo, el esfuerzo y la diversión, fuimos enraizando y construyendo una gran comunidad de convicciones, de pensamientos, de encuentros, y como la vida nos dispersó a todos, la vida y mucha realidad muy dura que tuvimos… nos perdimos, perdimos muchos compañeros, lo que no habíamos perdido es la ilusión por esas utopías, por esos deseos, por esos objetivos colectivos que habíamos ido construyendo todos antes. Nos dieron una oportunidad de hierro, lo he hablado mucho con Elvio: nos dieron la oportunidad de dos primaveras. La de tener la posibilidad de encontrarnos, de haber vuelto a compartir satisfacciones, y esa oportunidad se dio en el marco de otro compañero que recién llegaba, que lo llevábamos a la Facultad, que era Néstor, que lo perdimos el año pasado. De la mano de él hemos tenido la oportunidad de vivir esta segunda primavera. Hace varios años no encontramos con Alicia y con Elvio en una quinta y realmente reconstruir ese encuentro, esa oportunidad que nos daba la vida, nos significó una gran alegría. Yo creo que Elvio disfruto de esta etapa, de esta alegría, disfrutó lo que estábamos haciendo. Por tanto creo que debemos alegrarnos de haber tenido esta oportunidad, todos; de estar juntos, de haber disfrutado de la construcción de una nueva realidad para la Argentina, de haber disfrutado de un gigantesco esfuerzo que se llevó la vida de Néstor y hoy se lleva la de Elvio. Y creo que hay que hacer un gigantesco esfuerzo para seguir adelante, recuperando esa utopía y poder decir de nuevo, siempre juntos: Néstor presente, Elvio presente”.
Terco, chinchudo y perseverante – Por Lilí Berardi –
Defendía su columna como pocos, se empeñaba en plasmar sus opiniones con punto y guión medio como en expediente de abogado. Fueron más de 18 años a pura Opinión con esos apretadísimos 2.000 caracteres que contaba a mano cuando la computadora se transformaba en su adversaria y se aferraba a la máquina de escribir.
Desde los tiempos de Enrique Gaido en el exilio y hasta la actualidad fue amigo, adversario, compañero, columnista sin salario y generoso como pocos a la hora de abrir la agenda y tender la mano.
Actor formidable a la hora de las grandes discusiones que se teatralizaban en el aire de La Radio y terminaban a las 48 horas con un afable abrazo.
Desde su acérrimo y fanático kirchnerismo se permitía escuchar y entender que aquellos sueños que él mismo estimulaba cuando apenas éramos “imberbes” militantes de la multipartidaria juvenil justificando la intolerancia de arriba y abriéndose a la comprensión en su pueblo, entendiendo que para muchos intelectos excluidos del proyecto que defendía a ciegas, estábamos esperando al menos un gesto de reconocimiento por nuestro precoz compromiso con la democracia, la libertad y los derechos humanos que fueron duramente defendidos en tiempos mucho más peligrosos de los actuales.
Elvio entendía qué era lo que sentíamos aquellos que vivimos con medios la gesta histórica del juicio a las Juntas que sólo logró ir cerrando historias pendientes pasado el año 2000.
Macchia, su esposa Alicia Bassani y sus hijos saben que estoy hablando de una larga tertulia en la que el pensamiento, la disidencia y el consenso se matizaban con un pollo a la cacerola o en traje de baño y medias tres cuartos hasta la rodilla.
Así lo recuerdo, casi feliz porque había llegado la hora de concretar sus sueños para la Argentina. Ojalá haya partido pensando en la realidad de su propia utopía y en el legado que nos ha dejado a quienes desde otras veredas nos animamos a cruzar la calle para respetar nuestras ideas.
“La Opinión busca columnista terco, tenaz, valiente y compañero. No es requisito excluyente tener renombre nacional ni contactos importantes. Presentarse sólo con lápiz y papel, y no agregarle al punto el guión medio”.
Hasta siempre, Elvio!