La batata sampedrina llega a la mesa de los ingleses
La empresa Finca Verde, de la familia Taurizano, exporta esta semana, por primera vez, un container con 22.000 kilos de batata Beauregard, conocida a nivel local como “zanahoria” por su pulpa naranja. La carga zarpa del puerto de Buenos Aires y hay mucha expectativa en la apertura del mercado internacional para el producto. El intendente se entusiasma con la posibilidad de la generación de mano de obra intensiva.
Las mesas de las familias inglesas tendrán disponible a partir de las próximas semanas la batata más rica de la Argentina: la de San Pedro. Por primera vez, el producto de estas tierras será exportado a Inglaterra en lo que estiman es el primer gran paso para una consolidación internacional de nuestro camote, como se le llama en buena parte de Latinoamérica, a partir del vocablo náhuatl “camohtli”.
La batata sampedrina que se va a Inglaterra –el buque zarpa desde el puerto de Buenos Aires– la produce la firma local Finca Verde, de la familia Taurizano, conocida también por su producción de cítricos y duraznos para la exportación.
El convenio con distribuidores ingleses permitió esta primera carga de 22.000 kilos de batata Beauregard, conocida a nivel local como “zanahoria” por su pulpa naranja, y abre la posibilidad de que, a futuro, el producto gane mercados en ese país y en el resto de Europa.
Agustín Taurizano, hijo de Jorge y quien está a cargo de parte de las tareas relacionadas con este proceso, contó a La Opinión que desde un tiempo a esta parte estaban trabajando para llegar a esta meta para la empresa familiar.
“Hace tres años venimos trabajando para esta exportación”, señaló y destacó que “esta es la primera experiencia en el país”.
El distribuidor llevará estas 2,2 toneladas de batata “zanahoria”. La variedad tiene origen en Estados Unidos y aunque el porcentaje de superficie plantada en el partido asciende a apenas el 4 por ciento, es de las más consumidas a nivel mundial y la que prefieren los ingleses.
“Hace años que venimos viajando para ver cómo la producen afuera para intentar ganar esos mercados. Hicimos la experiencia y los ingleses se interesaron. Los plantines para la producción los compramos en el Instituto de Patología Vegetal (Ipave), en Córdoba.¨, relató Agustín Taurizano y aseguró: “Esto genera la posibilidad de abrir muchos mercados en el mundo”.
Cuando el ministro Leonardo Sarquís estuvo en San Pedro en febrero pasado, ocasión en la que recorrió las instalaciones de Green Seed, adelantó que Finca Verde, principal productora de batata libre de virus, exportaría a Inglaterra en los próximos meses.
Esa recorrida había servido para que la empresa pudiera tener contacto directo con el funcionario del gobierno de María Eugenia Vidal para contarles esta novedad y pedirles “una mano por un crédito para ampliar la empresa”, según trascendió desde el gobierno local.
Por eso, mientras se desarrollaba el proceso final para preparar las batatas que viajan al Reino Unido, estuvieron en la ciudad el secretario de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Ecthevehere; el presidente de INTA, Juan Balbín; y el subsecretario bonaerense de Agricultura, Ganadería y Pesca, Miguel Tezanos Pinto. Los tres funcionarios recorrieron el establecimiento de la familia Taurizano junto al intendente Cecilio Salazar y miembros de su gabinete.
“Es muy importante esto, porque genera muchísimos puestos de trabajo”, se entusiasmó el jefe comunal, que conoce la generación de mano de obra intensiva de la cuenca batatera bonaerense.
La producción de batatas tiene una larga historia en San Pedro, que se remonta a las primeras décadas del siglo XX, con la inmigración mallorquina como protagonista de las primeras plantaciones para consumo propio y abastecimiento local que derivaron luego en la comercialización en grandes centros urbanos.
Un informe de INTA local publicado en 2017 señala que para esa fecha había 54 productores de batata. Los datos sobre la superficie de cultivo que registra esa publicación abarcan el período 1977- 2005. El nivel mínimo de hectáreas aparece en 2001, con 1348,5, y el máximo en 1998, con 4.000.
La caída de la actividad es significativa: las estimaciones de 1977 hablaban de 3187 hectáreas cultivadas, con 350 productores. El censo frutihortícola de 1980 da cuentas de 2369 hectáreas distribuidas en 179 explotaciones. En 1998 había 4000 hectáreas y 250 productores. Para 2005, la superficie ya era de 1800 ha y los batateros 101.
Para la campaña 2017/2018, INTA estimó que 54 productores plantarían alrededor de 2035 hectáreas: el 87 % de variedad Arapey y el 13 % del resto: morada INTA (2 %), Beauregard (4 %) y el clon Selecta (7 %).
El informe señala que el 40 por ciento de la superficie cultivada está en manos de cuatro productores “muy grandes”. Además, indica que San Pedro “es un nodo de procesamiento de batata originada en otras zonas del país que es acondicionada y revendida a nivel local, confirmado con la identificación de 19 galpones de empaque”.