La apertura de un bar devolvió la polémica a la nocturnidad
H&H Club tenía previsto inaugurar el viernes, pero lo hizo el sábado, cuando de todas maneras recibió una inspección y el Juzgado determinará qué sanción corresponde. Los dueños dicen que tienen el “trámite de habilitación”, pero en la Municipalidad sostienen que no es suficiente. La trama oculta de una actividad que deja mucho dinero y cuyos protagonistas pujan por el negocio.
A través de las redes sociales y con invitaciones personalizadas, el local nocturno H&H Club prometía una gran inauguración para el viernes pasado en 25 de Mayo al 900, donde hasta no hace mucho funcionó el Conservatorio de Música. La fiesta no tuvo lugar el viernes sino el sábado, luego de varias idas y vueltas, reuniones, advertencias y una nota del Intendente en la que informó a la policía que el local no podía abrir, por lo que hubo una intervención y un acta labrada tras constatar qué había en el lugar.
Se refirió al tema por un lado, la abogada Paola Basso, que defiende los intereses de los dueños del local. Hasta ahora sólo se conoce el nombre de Mauricio Mora, quien presentó el pedido de habilitación en la Municipalidad en nombre de una sociedad de hecho. Por el nombre y los actores que tienen participación, todo indica que el club nocturno guarda relación con H&H Bar, de los hermanos Chediak, ubicado en Mitre y Arnaldo.
La exasesora letrada municipal explicó que “tienen toda la documentación presentada para la habilitación”, incluso “presentaron la autorización de bomberos y el final de obras con los planos”.
Por otro lado, La Opinión dialogó con el Director de Rentas Cristian Rial, quien informó que al lunes por la tarde sólo tenía en su despacho una carpeta con el expediente administrativo correspondiente en el que la sociedad inicia el trámite de habilitación con “contrato de locación, inscripción en Afip y planos” y aseguró que para abrir “al menos lo que se necesita en el expediente es el certificado de Bomberos de San Nicolás y seguro”. Sostuvo que esa documentación “en el expediente no está”.
Varias quejas
El caso tomó repercusión porque la instalación de un nuevo boliche céntrico implica retomar un viejo debate al respecto. La legislación vigente establece que allí no puede abrir un local bailable, aunque sí un bar, por lo que la polémica se extiende aún más.
En nombre de los vecinos de la cuadra habló el Presidente del Foro de Seguridad, Juan Gutiérrez. Las quejas son por el alto volumen y todo lo que conlleva la actividad nocturna en sí misma. Como argumento, sostienen que no puede haber un local de esas características en cercanías a una casa velatoria, lo que es cierto, aunque es una norma que corre para un boliche bailable y no para un bar.
“Lo que está iniciado es para habilitar un bar, no un boliche”, aseguró Rial y detalló: “Lo que presentan tiene carácter de declaración jurada, yo no tengo por qué creer otra cosa, después vendrán las inspecciones” que determinarán si respetan la ley o hay una omisión deliberada de la misma.
Mucho revuelo para tan poco
Llamó la atención el revuelo que hubo en torno al tema durante las semanas previas y el mismo fin de semana de inauguración. Funcionarios de primera línea participaron de reuniones y hasta el propio intendente, haciendo uso de sus atribuciones como Juez de Faltas ante la licencia de Adeff, envió una nota a la Policía en la que daba cuentas de que ese lugar no debía abrir.
En ese texto, Guacone expresa su “inquietud y preocupación” y advierte que “dicho comercio no cuenta con la habilitación ni al día de la fecha con los requisitos necesarios para funcionar”. Explica que el 15 de abril ingresó una nota al municipio, en la que no fue adjuntada la documentación necesaria para autorizar la apertura, por lo que pide actuación a las fuerzas policiales.
Los llamados telefónicos, las reuniones y las idas y vueltas tuvieron varios protagonistas. Miembros del Ejecutivo –Basso nombró a Cheyllada y Borgo, pero no sólo ellos estuvieron–, autoridades policiales, dueños del local, e incluso la competencia de éstos. Todos tenían algún interés en el asunto.
Los dueños que querían abrir; el Ejecutivo que presentó una nota pero después habría flexibilizado su posición; los propietarios de locales nocturnos miembros del famoso “acuerdo”, que intentaron alquilar el edificio al dueño para impedir la apertura del nuevo boliche y hasta analizan la posibilidad de denunciar por “competencia desleal”; la Jefatura Distrital –que lleva más de 20 clausuras de boliches en dos años–, que el sábado fue al lugar, labró un acta pero no pudo clausurar y desalojar porque estaba lleno y podría haber desmanes que prefirieron evitar.
Ahora, desde H&H Club aseguraron que se reunirán con representantes del Municipio para elevar la documentación que les permita funcionar y esperan que el fin de semana puedan abrir normalmente sin mayores inconvenientes. Todo esto en medio de la peor crisis política de un municipio que tiene otras prioridades y urgencias por resolver.
Por otro lado, la Inspección está a la espera, en la medida en que procurarán que se cumpla a rajatabla la norma, algo con lo que no suelen ser tan taxativos en general en esta rentable actividad.
Problemas de cartel
La “cartelización” de la noche sampedrina es materia de debate desde que un empresario de afuera logró reunir a la mayoría de los boliches bajo su órbita, en un esquema que disponía actividad compartida, distribución del mercado y subsunción de la competencia.
En diálogo con La Opinión, algunos de los miembros de ese esquema aseguraron que esa “cartelización” ya no existe y que dentro del acuerdo hay cuatro boliches y un bar, de un total de trece que funcionan en la ciudad. “Si no hacíamos este acuerdo, nos moríamos”, repitieron, tal como alguna vez sostuvieron ante este semanario.