La alegría de la familia de Agustín Giménez tras su aparición y el agradecimiento a quienes colaboraron
Pablo Giménez habló en Radio Cuarentena del estado de salud de su hijo de 24 años, encontrado el jueves tras accidentarse e irse del Hospital donde lo asistían. "Se acostó a dormir y se acaba de despertar", dijo y agradeció el intenso rastrillaje que rápidamente organizaron amigos y familiares.
La familia de Agustín Giménez, el joven que fue buscado durante días tras accidentarse y retirarse del hospital donde lo asistían, vive con mayor tranquilidad las horas posteriores al esperado reencuentro. Su papá, Pablo Giménez, se refirió a su estado de salud en el programa Radio Cuarentena.
“Volvió a casa, sano, enterito. Ahora veremos como quedó. Llegó, se bañó y se acostó a dormir. Recién se acaba de despertar. Y hablaremos del tema, a ver que pasó”, informó el padre del joven de 24 años que vive con él en Zárate, a donde regresó tras terminar de cursar su carrera en Ciencias Políticas para dedicarse de lleno a su tesis.
El lunes alrededor de las 17.00, Agustín “salió a dar una vuelta en auto”. Sin embargo, no llevó su celular y eso complicó las cosas luego de sufrir un accidente. “Imaginate que yo me entero 12 horas después. Nadie se comunicó con nosotros en medio del accidente, porque no tenían cómo”, aseguró su padre.
Tras volcar en su auto, el joven ingresó al Hospital de Capilla del Señor y, cuando le preguntaron por un teléfono para comunicarse con su familia, dio el propio. Su padre advirtió que tenía una llamada perdida en el celular olvidado horas después y fue entonces cuando supo que su hijo se había accidentado.
“La verdad es que la atención es muy buena y el hospital es muy prolijo, pero bueno el tema es que como es más pueblo y no tienen seguridad, a ver… alguien se te va, sin autorización médica se levanta y se va. Ya está, no hay ningún filtro con respecto a eso, y el tema es que tampoco le corresponde a los médicos”, consideró su padre sobre la posterior desaparición del joven.
Desorientado, Agustín Giménez emprendió un camino que lo llevó por Capilla del Señor, Pilar y Zárate. Pasó todo ese tiempo sin poder cambiarse de ropa ni bañarse, y durmiendo en la calle, según detalló Giménez: “No tenía documentos ni tarjetas, contaba con algo de efectivo, y se movió con efectivo. Desconociendo absolutamente todo, estaba perdido”.
El jueves por la mañana, la familia difundió que la búsqueda había terminado, por el joven estaba bien y en su casa. Para entonces, no sólo sus amigos y allegados se habían movilizado para buscarlos: su cara apareció en los muros e historias de cientos de sampedrinos.
Sus familiares y amigos más íntimos comenzaron con el rastrillaje inmediatamente. Pegaron carteles en establecimientos y estaciones de servicio a lo largo de la ruta 6 y 9, y contactaron a medios y periodistas de toda la zona.
“Fue tremendo. De San Pedro el club, todo el círculo, los que lo conocen, los que no lo conocen, fue tremendo. Mucha gente de San Pedro viajó a Capilla a hacer un rastrillaje, a colaborar de manera desesperada. Estábamos todos muy asustados”, dijo su papá y agradeció la colaboración.
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