“Kirchner es la nueva plaga del campo”
Un grupo de productores de la zona rompió el acartonamiento de años y decidió salir a la ruta para expresar su rechazo a las medidas tomadas por el gobierno nacional en perjuicio del sector. Realizaron una caravana por las calles de la ciudad y luego se encontraron con representantes de ciudades vecinas en el cruce de la ruta 9 y 1001. Anunciaron que el paro continuará simbólicamente y abundaron en calificativos contundentes contra el Presidente y su equipo. Podrían volver a movilizarse en Agosto.
“Ahora hay que analizar cómo seguimos, pero no podemos depender más de quienes eligen el momento más inofensivo para parar”, repetía un dirigente local entre otros, durante la marcha del lunes, cuando en la caravana no se veían tantos autos o camionetas como se esperaban.
Después de entregar un simbólico petitorio al Intendente quien rápido de reflejos y sabiendo que con acompañar alcanzaba decidió recibirlos en su despacho, los productores nucleados en la Sociedad Rural salieron a la ruta.
El archivo de la memoria tenía otras mañanas parecidas pero mucho más enérgicas y llamativamente muchos de los que se beneficiaron con aquellas movilizaciones noventistas no estaban en la caravana, aunque siguen produciendo.
Por alguna razón el divorcio entre los sectores de la producción y la economía es comprable con el individualismo que reina en Argentina. “Ahora que les va mal, lloran, pero cuando les va bien sólo se compran camionetas”, dice un adagio popular, que alguno incluso llegó a gritarle a la multitud desde un auto que debió soportar las demoras en el tránsito durante la protesta rutera.
Para afuera, se demuestra preocupación por la crisis de los conjuntos, pero en el interior, cada uno se siente seguro y hasta reconfortado cuando la miseria o la crisis le pican cerca pero no lo daña. Romper ese espíritu dominante no es simple, sobre todo cuando las propias organizaciones se manejan con una fisonomía similar y el paro de este fin de semana estuvo caracterizado por el cruce de opiniones de dirigentes, según sus cercanías con Kirchner.
La Sociedad Rural de San Pedro, con un mandato de Confederaciones Rurales Argentinas, salió a protestar por una lista de problemas ya conocidos. Las pancartas que aparecieron desde que se negó la rebaja de las retenciones y se impusieron las restricciones a las exportaciones de carne, se ampliaron y se exhibieron juntas el lunes.
«Sólo el amor es más fuerte que la carne», «Le temíamos a la vaca loca y apareció el Loco de la Vaca», «Sin campo no hay futuro», «Hoy la carne se regala», «No coma carne, coma pingüino», y otras un poco más agresivas aún se mostraron ante los transeúntes que en algunos casos aplaudían y en otros reprochaban la manifestación, aunque la misma no cortó la ruta. El tránsito sobre la autopista se vio modificado preventivamente por la propia policía que custodió la marcha y por el incendio de fardos de pasto que se esparcieron sobre el carril central, pero no hubo cortes enérgicos. Nada que ver con aquella rodada de naranjas sobre la autopista que provocó reales trastornos.
A dos días de la protesta y viendo que todo sigue andando sin mayores modificaciones, muchos se preguntan cuál fue o cual sería el sentido de una nueva marcha. Un frente interno entre las organizaciones rurales apela a que se imprima mayor agresividad al reclamo, pero las bases son las que deben decidir. La asamblea sobre la ruta de representantes de las Sociedades Rurales de Arrecifes, Baradero, Ramallo y San Pedro aprobó por unanimidad continuar con el paro, que implica la suspensión del envío de hacienda, aunque tranqueras adentro se debe seguir trabajando. Esto podría pasar a otra fase si se nota que no hay mejoras.