Kicillof y Villarruel protagonizan un cruce por el libro Cometierra: la polémica en San Pedro fue un año antes
La vicepresidenta cuestionó la lectura de esa novela en colegios bonaerenses y el gobernador se mostró en su casa leyéndola. El año pasado, el libro fue objeto de polémica en la escuela Normal, donde un grupo de padres lo tildó de "pornográfico" y hubo respaldo a la docente que lo dio para leer.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, protagonizan desde hace unos días una polémica cruzada en redes sociales por la novela Cometierra, de la escritora Dolores Reyes, un debate que en San Pedro ya tuvo lugar el año pasado, cuando un grupo de padres de la escuela Normal cuestionó que sus hijos leyeran el libro en clases porque contiene escenas de sexo.
A Villarruel le llegaron los fragmentos de la novela que fueron considerados "pornográficos" y expuso su posición en redes sociales. "Los bonaerenses no merecen la degradación e inmoralidad que Axel Kicillof les ofrece. Existen límites que nunca deben pasarse", posteó la vicepresidenta.
La titular del Senado y compañera de fórmula presidencial de Javier Milei pidió que "dejen de sexualizar a nuestros chicos" y que "saquen de las aulas a los que promueven estas agendas nefastas y respeten la inocencia de los niños". Consideró que "esto no es educación y los padres no deben permitir que se sexualice a sus hijos".
Como respuesta, el fin de semana el gobernador Axel Kicillof hizo un posteo en redes sociales en el que se mostró leyendo la novela Cometierra en su casa de la Gobernación.
"Qué mejor que un domingo de lluvia para leer buena literatura argentina. Sin censura", publicó el mandatorio bonaerense.
En San Pedro la polémica no es nueva. El año pasado, un grupo de padres de estudiantes de quinto año de la escuela Normal pidió una reunión con autoridades para expresar disconformidad con la inclusión de esa novela entre las lecturas obligatorias que propuso la profesora de Literatura del curso.
En ese momento, mientras algunas familias expusieron su descontento, otras no consideraron de gravedad lo ocurrido, mientras que las autoridades explicaron la fundamentación pedagógica de la elección de esa novela, que no sólo se lee en escuelas bonaerenses sino que hasta está disponible en portales educativos oficiales de otras provincias.
"Esos capítulos donde todo es sexo explícito se podrían haber obviado", dijo una de las madres que expuso su disconformidad en ese momento, en alusión a las dos escenas de sexo que contiene la novela Cometierra.
La profesora recibió respaldo de buena parte del sistema educativo, que consideró que los planteos no son aceptables en la medida en que, como dijo la propia autora de la novela y señalaron docentes de otros distritos ante la misma polémica, el libro es mucho más que esas escenas en las que se relatan encuentros sexuales.
La Fundación Morelli, una organización que se describe como dedicada a "salvaguardar el bienestar de niños, niñas y adolescentes", radicó una denuncia en La Plata contra el ministro de Educación bonaerense, Alberto Sileoni, por "divulgación de textos como pornografía infantil y corrupción de menores con contenidos sexuales".
Sileoni defendió el programa “Identidades Bonaerenses”, que distribuyó una colección de más de 100 libros de narrativa, novela gráfica y poesía en bibliotecas y escuelas de la provincia de Buenos Aires.
"Son herramientas para las bibliotecas y los docentes. No se obliga a nadie a leerlos y no son para niños", dijo Sileoni y aseguró que aquellos libros que tienen "temática política, escenas de sexo o lenguaje soez" son para la secundaria superior, es decir para mayores de 15 años "y requieren de acompañamiento docente".
Cometierra es una novela celebrada, premiada y traducida a diversos idiomas que le otorgó a la autora — Dolores Reyes, una docente de la localidad de Pablo Podestá, partido de Tres de Febrero— un lugar de consideración entre las voces de la nueva literatura argentina.
Cuando surgió el debate en San Pedro, la inspectora de Educación Secundaria Lucía Barbieri destacó la tarea de la docente que dio a leer Cometierra "por interpelar y por enseñar sin miedo, garantizando derechos".
Además de Cometierra, entre los libros cuestionados por la vicepresidenta Victoria Villarruel aparecen Las aventuras de la China Iron, una celebrada novela de Gabriela Cabezón Cámara que tiene como protagonista a la esposa del gaucho Martín Fierro.
Se trata de un libro que permite en el aula el ejercicio de la intertextualidad al dialoga no sólo con la obra de José Hernández sino también con la de Borges, la de Sarmiento y hasta la de Martín Kohan, quien se animó a escribir un cuento entre el amor homosexual de Fierro y Cruz.
Otra de las cuestionadas es Las Primas, la novela que a los 85 años consagró a Aurora Venturini y que relata la desgraciada historia de una desordenada familia de clase media baja en los años 40 en la voz de una discapacitada que no tiene ningún prurito a la hora de interpelar, inquietar e incomodar al lector y que, también, tiene pasajes en los que se aborda con crudeza la sexualidad femenina.
Una gran cantidad de autores, entre los que se encuentran Claudia Piñeiro, Juan Sasturain, Guillermo Martínez, Martín Kohan, Hinde Pomeraniec, Félix Bruzzone, Fabián Casas, Cristian Alarcón, y las propias Cabezón Cámara y Reyes participarán el viernes de una lectura masiva de los libros cuestionados.
Será el sábado en el teatro Picadero, en Buenos Aires, desde las 10.00 de la mañana y en señal de rechazo a los cuestionamientos y a modo de desagravio.
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