Juventud, divino tesoro…
Reunión. Articulación. Concertar. Ejecución simultánea…
Suponemos que cualquiera de estos términos se ajusta al espectáculo al cual nos referimos.
Fue una “reunión de almas” que tanto de un lado como del otro esperaban disfrutar. Y ¿por qué digo de un lado o del otro? porque en realidad antiguamente la “orquesta” era el espacio entre el escenario y los espectadores. Y hubo articulación, indispensable para la elaboración de una obra…
Y fueron momentos de ejecución simultánea y a distintos tiempos…Y definitivamente la idea más clara y luminosa: sumar todos juntos conocimientos, trabajo, esfuerzo, dedicación para lograr el objetivo único: UN MARAVILLOSO CONCIERTO.
Decenas de jóvenes, entre risas y nervios, hicieron estallar de aplausos el gimnasio del Club Náutico donde seguramente otros jóvenes, en otras circunstancias provocaron lo mismo.
Pero no van solos por la vida. Los lleva el maestro Mario Bensecry, director de esta orquesta sinfónica juvenil libertador San Martín cuya misión es “aunar” en una sola inteligencia, “la suya”, las distintas formas en que una obra puede ser interpretada y que además sus integrantes la pueden “sentir”.
Con una enorme trayectoria musical, el maestro Bensecry es el fundador desde el año 1994 de esta orquesta que les da la oportunidad a los jóvenes instrumentistas de foguearse para poder acceder, en el futuro, a la tarea profesional.
Y este espectáculo en el marco de los cien años de vida de la institución, tuvo un presentador de lujo, el Dr. Nelson Castro quien resalta en esta frase su presencia en el evento: “el periodismo y la medicina: la vocación; la música: una pasión”
Obras de Astor Piazzolla, Modesto Mussorgsky, Piotr Tchaikovsky y el concierto para clarinete de C.M.V. Weber interpretado por el joven clarinetista Eloy Fernández Rojas, lo convirtieron en una velada de lujo. Como “perla” así lo expresó el propio Dr. Castro se estrenó la obra “Boulevard Paraná” del compositor italiano Guido Giovaninni cuya partitura fue descubierta por la tía del periodista César Mascetti y orquestada por uno de los miembros de la sinfónica. De improviso supe que todos somos instrumentos musicales. Afinados, desafinados, con “cuerdas” o “sin ellas”, con materia resonante y otras opaca y duras, tensionados o apáticos. Pero instrumentos al fin. Nacidos para sonar, para emitir, para irradiar…