#JuanitaReportera presenta: ¿Cómo fue tu infancia, Mario Penduzzu?
Juanita Lafalce tiene 12 años. Es alumna del colegio San Francisco de Asís. Un sábado vino a La Opinión y Sin Galera, se quedó toda la mañana y planificó una serie de entrevistas con adultos, para saber sobre su infancia y compararla con la de los chicos de hoy, como ella. En esta oportunidad, el protagonista es el menor de los hermanos Penduzzu.
Por Juanita Lafalce
Me recibió Mario Penduzzu, integrante de una reconocida familia de San Pedro, actualmente es uno de los encargados del parque temático Sueño del Tano. "Voy a empezar preguntando tu edad", le dije, después de saludarlo. Me respondió que tiene 67 años. Luego le pregunté cómo fue su infancia, junto a Graciano y Piero.
"Fue linda. Vivíamos en el campo, cuando éramos chicos, y ellos trabajaban en pueblos distintos, pero cuando venían a San Pedro iban a casa y nos divertíamos con los juegos normales de campo, que era jugar a la bolilla, andar a caballo. Los juegos de aquella época eran el rango, o hacerse una honda a ver quién tenía más puntería. También teníamos una lanza de África, que había traído mi papá en la época de la guerra, y jugábamos a ver quién la tiraba más lejos y quién tenía más puntería también, todos juegos en espacio abierto”, respondió.
“¿Tenías algún juguete favorito?”, pregunté. “No, si uno quería un juguete había que fabricarlo, como un arco con flecha, un barrilete que se hacía con caña y papel de diario, prácticamente eran pocos los juguetes que se compraban, los fabricaba uno”, me contó.
“¿Veías TV o escuchabas radio?”, le consulté. “Televisión, no; radio, sí. Escuchábamos radio en onda corta; aparte de la radios nacionales, escuchábamos de otros países también. Como mi papá era italiano, escuchábamos radio de Italia”, recordó.
Quise saber, cómo surgió la idea del parque El Sueño del Tano. “La idea de construir el Sueño del Tano la tuvo el Tano, o sea mi hermano mayor, Graciano. Él empezó restaurando una virgencita, le gustó tanto que después se hizo una para él, y después fue haciendo otras esculturas y las fue poniendo en la casa de él, en el jardín de su casa", contó.
"Llegó el momento en que no había más espacio en su casa y pensó '¿dónde las pongo, ¿qué hago?', porque él quería seguir haciendo, entonces habló con mi hermano Piero, que tenía un campo, tomó parte de ese campo, lo parquizó, le puso sectores y de ahí surgió El Sueño Del Tano", agregó.
"Él soñaba tener un lugar arbolado tipo paseo, con las esculturas, donde la gente camine entre la naturaleza mientras ve las esculturas. Después con mi hermano Piero, mi esposa Delia y yo, armamos lo que es el museo”, relató.
“Hoy ¿manejas celu, tablet, compu, smart?”, consuté Si la manejo, no muy bien pero las manejo. Entre los dos, hacemos uno”, me dijo entre risas, refiriéndose a él y su señora.
“¿Tenés alguna red social o manejas alguna app?”, consulté. “Sí, tengo un grupo de amigo de las motos, otro que nos conocemos de la infancia, tengo Facebook, y con las reparaciones que hacemos para el museo, en google consultamos para reparar algunas cosas como las motos o, por ejemplo, en este momento, un Topo Giggo: queríamos ver la forma y nos sirve mucho para eso, para buscar información”, agregó.
“¿Qué mensajes nos podrías regalar a nosotros, los niños de esta generación?”, le pedí, como siempre lo hago. “Les toca un mundo muy diferente al que nos ha tocado a nosotros, mucho más tecnológico y muy avanzado en muchísimas cosas, pero tienen que perseverar en las cosas y pensar que estudiando y proponiéndose todo es posible, poniéndole empeño y esfuerzo lo van a poder lograr”, afirmó.
Le pedí a Mario que nos comente en qué días y horarios se puede visitar el Sueño del Tano. “Los sábados desde las 14.00 hasta 18.00 y los domingos y feriados de corrido, en invierno desde las 11.00 y en verano desde las 10.00", detalló. Como a todos, les agradecí por su tiempo y por aceptar este proyecto.