Juan Cruz Tauterys, el sampedrino que ganó un premio internacional por el diseño de un barco
Tiene 23 años y está por recibirse de ingeniero naval en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Capital Federal a través de la que participó, con cuatro compañeros, en el concurso que desarrolló la Society of Naval Architects and Marine Engineers (SNAME) contra proyectos de Noruega, Estados Unidos, España y Canadá, entre otros países. “Empecé la carrera en 2014 porque siempre me dieron curiosidad los barcos, esas moles, que pasaban por el río Paraná”, contó a La Opinión.
Juan Cruz Tauterys es un sampedrino de 23 años que estudia ingeniería naval en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) que tiene su sede en el barrio porteño de Almagro. “Empecé la carrera en 2014 porque siempre me gustó resolver problemas nuevos, solucionarlos y volver a tener otros. También, siempre me dieron curiosidad los barcos, esas moles, que pasaban por el río Paraná”, le contó a La Opinión el joven que está en el quinto año y estima que en julio de 2020 se recibirá.
En Argentina no son muchas las facultades que ofrecen la carrera ni tampoco los estudiantes que la cursan. Incluso, Tauterys estimó que en su universidad se gradúan “4 o 5” chicos por año y que hay cursos de “dos personas”. “Es una carrera rara, somos pocos y en mi año hay diez. En total serán 150 los alumnos aproximadamente”, agregó.
La figura de Juan Cruz salió a la luz porque ganó, junto a sus pares Esteban Escudero, Ian Carlos Alvarenga, María Junco y Maximiliano Mavica un concurso de la Society of Naval Architects and Marine Engineers (SNAME) que es una sociedad mundial con asiento en Estados Unidos en la que se aglomeran ingenieros navales de todo el planeta. El grupo diseñó un buque logístico de navegación antártica para la Armada Argentina con el fin de reemplazar al rompehielos Irizar que se utiliza para proveer de insumos a los argentinos que viven en la Antártida.
“La facultad siempre tiene representantes en este concurso y este año hubo dos grupos. Sabíamos que la Armada Argentina necesitaba un barco para eso y nos reunimos con ellos que nos explicaron lo que querían exactamente. Después nosotros lo diseñamos, le agregamos ciertas cosas que consideramos debía tener y explicamos técnicamente por qué, como por ejemplo, el combustible ecológico para ingresar a la zona de la Antártida”, detalló. El sampedrino y sus compañeros elaboraron el informe de 140 páginas en inglés y lo enviaron por mail con los planos a la SNAME, donde un jurado de tres personas analizó todos los proyectos presentados y se quedó con el de los argentinos. Aunque es confidencial y se desconoce cuántos planes se presentaron, se supo que hubo de países como Estados Unidos, Noruega, Chile, España, México y Canadá.
La SNAME realizará entre el 27 de octubre y 1 de noviembre una convención en la que reunirá a personas de todo el mundo ligadas a la ingeniería naval. En ese evento los estudiantes recibirán el premio que obtuvieron y deberán explicar cómo lo desarrollaron aunque el exjugador de rugby de Tiro Federal admitió que todavía desconocen si viajarán por una cuestión de costos.
Lo saliente es que los planos del buque pensado por el equipo que integró el joven de San Pedro le quedaron a la Armada Argentina que, aunque por el momento no lo construirá, puede hacerlo en un futuro invirtiendo alrededor 80 millones de dólares.