El niño Jonás Taborda, de 6 años, vive en Río Tala y necesitaba una nueva silla postural porque la que tenía le quedaba chica. Gracias a una gestión de Huellas, llegó una donada por una mamá.

“Nos contactamos con un grupo de padres que tienen un grupo de WhatsApp para un banco de insumos ortopédicos y apareció Jimena, que es la mamá de Feli, y donó su silla”, contó Alejandro Bagnolo, uno de los voluntarios de Huellas, que se encargó de acercar la silla a Río Tala.

La mamá de Jonás, a su vez, donó la silla que le había quedado chica al niño para que la aproveche alguien que la necesita.

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