Jesús el de la prosperidad
“PROSPERIDAD” se llama la villa de emergencia donde, el chofer del Ministerio de Desarrollo Social al acompañar a un grupo de trabajadoras sociales el día 24 de Octubre pasado, encontró a un bebé de DOS MESES, prematuro, desnutrido y con paro cardíaco. Como es una persona que ha realizado cursos de reanimación y primeros auxilios, le hizo todas las maniobras necesarias hasta que el bebé se recuperó y llegó una ambulancia especial. Así sigue viviendo JESUS, como se llama el niño.
Las paradojas de la vida hacen que esa villa se llame “prosperidad” y es apenas un amontonamiento de casillas de cartón, lonas, maderas, etc. Donde pululan ratones, arañas y cuantas más alimañas vivan sobre la tierra, incluidos los punteros políticos que elección tras elección, les piden a los habitantes de ese asentamiento los acompañen con sus votos y que así el futuro les va a sonreír…
Observadoras sensibles de la realidad, las asistentes sociales están curadas de espanto de presenciar escenas, sino tan dramáticas, por lo menos donde aparece con toda crudeza la cara más abyecta de la pobreza y de la política.
Algún periodismo “levantó” esa noticia, dándole características novelescas, que, efectivamente, la tiene, pero no es la única lectura de esa realidad, tal como lo vengo exponiendo.
Seguramente un diario oligarca como es “La Nación” no se va a sentir sensibilizado con esa noticia, máxime que fue cuando el “mini ejército” de trabajadoras sociales realizaba su habitual, rutinaria tarea que efectúa desde el mes de mayo del año 2003, con y sin electrodomésticos incluidos. ¿Qué dignidad se le puede requerir a una persona que tiene –por ejemplo- 14 hijos y no tiene un lavarropas? Debe comprárselo el Estado, sí y qué? ¿O es mejor destinar ese dinero a un inversionista de un banco usurero internacional o nacional? Fuera de esa mentalidad de clase, pilarense y de “barrio cerrado”; existe esa Argentina profunda, solidaria que revivifica todos los días y que avanza hacia una organización social que es la manera de ir superando el modelo neo-liberal que nos impuso el menemismo y la alianza entre 1989 y el 2002. Fueron trece (13) años consecutivos de políticas de “mercado”, donde el capital siempre fue más importante que la gente.
Hoy la tarea esencial es reivindicar el CAPITAL SOCIAL que es el pueblo, todos nosotros, que, como decía le general, “es lo mejor que tenemos”… Ojalá que JESUS, el de la Villa Prosperidad se críe y eduque en un ambiente superador de las carencias que hemos enunciado y que un lugar tan vulnerable a los peores vicios de la sociedad mejore y se transforme en un sitio digno para vivir.
[align=right]por el Dr. Elvio Macchia[/align]