Iván, un joven albañil afortunado: en una semana recuperó una moto robada y ganó $ 12 millones en El Fortín
Sus últimos días fueron de película. Tras la desazón de perder la moto, pasó a recuperarla y ganar el premio mayor de la rifa de El Fortín San Pedro. Es animador de jineteadas, una devoción para él. Además se gana la vida trabajando de albañil y, si no hay trabajo, cortando el pasto.
La suerte de Iván Aquino de esta semana quizás no se repita en su vida. En pocos días recuperó una moto que le habían robado y, además, se adjudicó los 12 millones de pesos del premio mayor de la rifa de El Fortín San Pedro.
Iván es un joven de 20 años de edad, se considera animador de fiestas gauchas, albañil y si es necesario se gana el peso haciendo jardinería o cortando el pasto.
Su pasión es la tradición, la de las pilchas, el recado, el caballo y el micrófono que lo desinhibe para enfrentar al público con su relato.
Para La Opinión fue noticia días pasados cuando un día, alrededor de las 21.40, afuera de un templo religioso de calle Honorio Pueyrredón observó que su moto Honda XR 250 Tornado de color rojo y negro, con detalles en blanco, ya no estaba.
La había estacionado en la vereda de la iglesia. Fue en ese momento en que delincuentes aprovecharon la situación y se la llevaron.
“En todo momento la estaba mirando y en dos minutos ya no estaba más”, contó en ese momento. Días después, la policía la recuperó, abandonada en un descampado ubicado en el camino a Vuelta de Obligado, en inmediaciones al Centro de Día de SADIV.
"Lo importante es que apareció, gracias a Dios. Fue mucho sacrificio comprar esta moto. Ahora la tengo que cuidar porque el que roba sabe cuál es la moto", dijo Iván a La Opinión.
Así como valoró la recuperación y el autorreconocimiento al esfuerzo que demandó contar con una moto de estas características, aún no imaginaba lo que vendría. No sabía que “lo mejor estaba por llegar”.
Al día siguiente también se decidió a contar las monedas que tenía en el bolsillo y comprar la rifa que El Fortín San Pedro tenía en venta para su gran fiesta anual. Fue tres días antes del sorteo.
Iván pertenece a El Rincón de los Gauchos, otra de las instituciones tradicionalistas de la ciudad, por lo que cada vez que se habla de doma y una festividad similar, siempre está presente.
Cuando eligió, optó por el número 2.422, que hace suponer que pensó en un “caballo (24) loco (22)”. Después, solo se quedó a esperar del disfrute de un fin de semana extraordinario y el sorteo de la rifa.
Y llegó el domingo: “¡Y el ganador es… el número 2.422!”. Era el de Iván.
Sí, la boleta de Iván Aquino, el mismo que una vez más invocó a Dios por el premio obtenido, ratificando su fibra creyente. Quien minutos antes le dijo a una amiga que “pensaba juntar latas de cerveza para recuperar toda la plata que había gastado el fin de semana”.
Por su humildad no dudamos que nada lo cambiará. Seguramente continuará con el balde, la cuchara y el fratacho, como lo hizo solidariamente con la casa de su hermana. “Ahora esto viene bien”, dijo cuando contó que también está levantando la propia.
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