El mercado dominado por batatas de alto rendimiento pero poco sabrosas fue el puntapié para que técnicos de INTA decidieran poner en práctica el proyecto con pequeños productores del partido que buscaban un alternativa a la producción sin agroquímicos. La iniciativa busca desarrollar la producción de dos variedades —la Morada INTA y la Beauregard — para ser comercializadas primero en San Pedro y luego extenderse en la zona. Ipomea se vende en bolsas de dos kilos, con una etiqueta que identifica la variedad, sus características y algunas consideraciones sobre su cocción, y por el momento puede comprarse en el stand de Frutos de la Tierra y el Río ubicado en las instalaciones de la Casona 1830, donde funciona la Dirección de Turismo. El proyecto, que comenzó en 2016, tuvo su presentación el pasado jueves. Pudieron compartirse experiencias de productores en el proceso desde la plantación, la cosecha y hasta el envasado, que implicó la construcción de tres máquinas lavadoras para pequeña escala, subsidiadas por el organismo nacional, para mejorar la vida útil poscosecha. En las instalaciones de 1830, un chef preparó ñoquis de batatas para degustar y compartir con los que aún no conocían las bondades de la deciliosa “batata zanahoria”, una de las variedades más ricas cultivadas en la zona.
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