Investigan si San Pedro forma parte de una red que roba y desarma autos en la región
Un hecho registrado semanas atrás despertó sospechas de la posible participación activa de sampedrinos en una organización delictiva regional que se dedica a robar autos por encargo y desmantelarlos para reemplazar autopartes en otros vehículos. Aunque la Justicia mantiene cierto hermetismo, el tema generó suspicacias en la calle.
Un operativo habitual de control en talleres mecánicos permitió iniciar una investigación cuyas ramificaciones todavía no son claras pero posibilitan sospechar que habría sampedrinos involucrados en una organización delictiva que actúa en toda la zona norte de la provincia de Buenos Aires para robar automóviles, desmantelarlos y vender las autopartes.
La modalidad delictiva es conocida, pero los investigadores del caso entienden que podrían estar ante una verdadera red organizada de manera regional en la que hay varios puestos cubiertos con personas que se dedican a tareas específicas para cumplir con toda la cadena que implica este delito.
Todo comenzó el 21 de junio pasado, cuando la policía de la Sub DDI San Pedro – Baradero, en el marco de una inspección de talleres en el marco de la ley vigente que establece una serie de requisitos que deben cumplirse y ser controlados, llegó a uno de chapa y pintura ubicado en Caroni 140.
El local fue clausurado por carecer de habilitación municipal y libro de registro de ingreso y egreso de vehículos en reparación, una de las obligaciones de la norma provincial vigente. Además, el propietario de 32 años fue detenido y puesto en libertad luego, acusado de encubrimiento producto de un hallazgo revelador.
En ese taller de chapa y pintura había un Fiat Siena negro sobre el que estaban trabajando y que presentaba la puerta delantera derecha, guardabarros y capot verdes, recién colocados. En la puerta del acompañante estaba grabado un número de patente distinto al de ese auto.
La DDI hizo la consulta al Centro de Operaciones Policiales, que reveló que el dominio que aparecía en esa puerta correspondía a otro Fiat Siena que tenía pedido de secuestro activo por haber sido robado el día antes en Zárate.
En el taller, al lado del Siena negro con partes verdes estaba el auto robado, desensamblado por partes.
Las pericias determinaron que en efecto, ese Siena verde era el que había sido denunciado como sustraído en Zárate y que en ese local estaban colocando autopartes en otro rodado similar.
La Fiscalía de turno avaló el procedimiento e imputó por el delito de encubrimiento al responsable del taller, que luego de ser notificado del comienzo de la instrucción de la causa recuperó la libertad.
La investigación, ahora, avanza para establecer las conexiones zonales que llevaron a ese Fiat Siena robado a ser desmantelado en ese taller para que sus partes fueran colocadas en otro auto.
Las pesquisas tienen varias aristas que son materia de análisis. La sospecha es que el auto robado en Zárate el día anterior al procedimiento estaba marcado de antemano porque alguien lo habría encargado: necesitaban partes de un vehículo de esas características para armar otro similar.
En la calle el tema se comentó bastante, a pesar del hermetismo con el que trabajan los investigadores. Es que los cabos sueltos que van atándose a medida que avanza el tema podrían tener implicancias relevantes que penetran en el universo sindical y político de la ciudad.
Por ahora, no hay demasiados datos públicos sobre las líneas de investigación que se abrieron tras el allanamiento en ese taller de calle Caroni. Lo que buscan establecer es si es cierto que desde San Nicolás a Zárate, pasando por San Pedro, hay una red bien aceitada, organizada y con división de tareas para cometer el delito de robo, desarme y reensamble de vehículos.
Todo puede pasar en la ciudad donde alquilaba una vivienda uno de los miembros de la famosa banda del apodado “Rey del corte”.