Investigan a patovicas por salvaje agresión en un boliche
Un joven de 21 años denunció que fue atacado por cuatro personas que trabajan como seguridad en Quillash, complejo bailable ubicado en calle Balcarce al 200. Deberá ser intervenido quirúrgicamente por las heridas que sufrió. Apuntó contra un integrante del Servicio Penitenciario Bonaerense, que asegura que no trabaja como patovica.
Braian Susaño (21) acudió el domingo alrededor de las 03.00 de la mañana al local bailable Quillash, junto un grupo de amigos. Al momento del ingreso, mientras formaba parte de la habitual cola que conforma una aglomeración incontrolable en la vereda de Balcarce al 200, sufrió un ataque a golpes producto de una confusa situación.
“Fui con amigos, estábamos en la entrada y nos dejaron pasar. Cuando estábamos esperando para sacar la entrada, me empuja un patovica para que me apure y cuando me doy vuelta me agarra del cuello y me tira para atrás”, relató el joven agredido a La Opinión y agregó: “Como yo no vi quién me agarró y no sabía qué estaba pasando, empecé a hacer fuerza para sacarme de encima a la persona que me había agarrado, sin saber que era alguien de seguridad”.
Según el relato que el agredido brindó a este medio, tres personas más identificadas como personal de seguridad salieron del interior del boliche al percibir la situación y, sin mediar palabra, comenzaron a agredirlo. “Entre ellos el que maneja a todos los patovicas, un tal Juan Mangini, y me empezaron a pegar”, explicó.
A raíz de los golpes sufrió fractura de tabique nasal, pérdida de piezas dentales, politraumatismos en la mandíbula y cinco puntos de sutura en una de sus cejas. “Me dijo el médico que, por como tengo la ceja, me van a tener que operar”, explicó.
“Esto no puede quedar así”, se quejó Susaño, quien trabaja como gasista junto a su padre. “Nunca tuve ningún problema”, dijo y agregó: “Iba siempre a Quillash y dejé de ir por un tiempo”. El sábado no iba a salir, pero sus amigos insistieron. “Me convencieron, y mirá como terminé. No piso nunca más ese lugar”, aseguró.
La palabra de Mangini
En la denuncia, Susaño dice no conocer el nombre de sus agresores, excepto uno, al que identificó como Juan Mangini. Desde el Foro de Seguridad, su Presidente Juan Gutiérrez señaló que el caso “es muy grave” puesto que “se trata de un empleado del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB)”, y adelantó que “la Dra. López Bravo va a tomar el caso y va a accionar penalmente contra Mangini y en el fuero civil contra Quillash”.
En diálogo con La Opinión, Juan Eduardo Mangini confirmó que es agente del SPB, que a raíz de un accidente laboral estaba de licencia y que esta semana se reincorporaba al servicio de esa fuerza de seguridad.
Sin embargo, sostuvo que si bien trabajó como patovica en Quillash, dejó de hacerlo desde que quedó conformado el Registro de Controladores de Admisión y Permanencia (Recap), organismo que debe inspeccionar que no haya ningún empleado de las fuerzas trabajando en la nocturnidad. Esa tarea está a cargo del Secretario General del gremio de Patovicas, Pablo Casas.
Sobre la agresión, Mangini explicó que intentó frenar una discusión entre el joven Susaño y un excompañero suyo, patovica de Quillash, y que sacó al adolescente del lugar.
Dijo que en ese momento estaba en el boliche como cualquier otro ciudadano que sale un sábado por la noche y que fue Braian quien intentó agredirlo y él respondió propinándole un golpe de puño. “Es cierto, le pegué porque él me pegó primero”, dijo Mangini y aclaró: “Pero yo no participé de la golpiza. Cuando yo reacciono, me agarran y me meten para adentro, lo que pasó después no tengo idea, no sé quién le pegó de esa manera al chico, ni siquiera lo conozco”.
La cámara, un
elemento clave
Según la denuncia que radicó el joven agredido, los golpes por parte de los patovicas “comenzaron adentro del boliche y continuaron afuera”.
Es obligatorio para estos comercios contar con cámaras de seguridad, y Complejo Quillash cumple con esa norma, ahora deberá presentar la filmación cuando la justicia lo exija.
El presidente del Foro de Seguridad, Juan Gutiérrez, indicó a La Opinión que pedirá a través de la abogada las grabaciones de la madrugada del domingo, ya que los incidentes deberían estar registrados en dicho sistema. De no ser así, el comercio también podría sufrir consecuencias respecto de los accidentes ocurridos en el lugar.
El detalle que genera dudas
Juan Gutiérrez dijo a este semanario que “hay testigos que aportó el damnificado de que Mangini trabajaba como seguridad en ese boliche”, lo que contradice la versión que ofreció a La Opinión el propio denunciado. Estas fotos son capturas de pantalla del perfil de Facebook de Mangini, ambas del lunes pasado. La primera de ellas, tomada alrededor de las 17.00, indica que su profesión es “Jefe de Seguridad” de Complejo Quillash, mientras que la segunda, de las 21.20, indica que “Trabajó en seguridad” en ese lugar, así, en pasado.
Sin control y con un apuñalado
En la noche del sábado y la madrugada del domingo se realizaron los habituales controles de nocturnidad por parte del personal de Protección Ciudadana.
En “Ponte Guapo”, ubicado en Pellegrini al 700, el personal de seguridad impidió el ingreso de los inspectores municipales. Horas más tarde, uno de los patovicas fue apuñalado por una persona que previamente fue expulsada del local bailable por producir disturbios. El hombre fue intervenido en el Hospital y dado de alta ayer.