Investigan la presunta venta de un bebé
El parto fue asistido en una de las localidades del partido. La progenitora la entregó a una mujer por una suma de dinero. Recibía asistencia económica durante el embarazo. Se teme que la Justicia retire a la recién nacida de los brazos de quién ya la educa como propia.
No es la primera vez, y desgraciadamente no será la última que se relate un tema tan comprometido como la venta de un recién nacido, mientras que la marginación y el bajo nivel de educación en materia de procreación responsable no sean tratados comprometidamente.
Hace años en San Pedro, el caso de una conocida obstétrica cobró repercusión al conocerse varios casos de entregas irregulares de bebés que eran paridos en su consultorio y entregados a parejas adoptantes, cansadas de esperar decisiones judiciales. En aquella oportunidad, las embarazadas eran alojadas por un tiempo en la ciudad y atendidas de manera privada en el consultorio de la profesional que llevaba con prolijidad su listado y sus consejos para que los niños fuesen anotados como legítimos. Sus maniobras quedaron al descubierto cuando una parturienta dio a luz a un bebé prematuro y fue necesaria la intervención de un establecimiento que poseía sala de neonatología.
El tiempo ha pasado, pero los pequeños pueblos siguen siendo campo propicio para el tráfico de bebés de madres que por ser casi niñas o encontrarse en estado de necesidad extrema, deciden deshacerse de las criaturas.
El caso San Pedro
El expediente que se tramita bajo estricto secreto y supervisión de un equipo de especialistas, tuvo lugar en el mes de Octubre, cuando una profesional detectó la presencia de una familia oriunda de una villa de emergencia del conurbano bonaerense. Una de los integrantes del grupo familiar estaba en pleno estado de gestación y controlada por profesionales de la ciudad de San Martín. Completando el cuadro, se sabía que la casa cuyo alquiler se pagaba puntualmente, era mantenida por una familia cuya procedencia se desconoce. Tal era el desconcierto que al menos en una oportunidad, representantes del juzgado de la localidad mencionada llegaron al partido de San Pedro para interiorizarse de la situación.
El tiempo pasó y los rumores corrieron como reguero de pólvora. Pese a la intervención permanente de personal perteneciente a la Secretaría de Desarrollo Humano, la progenitora llegó a relatar que si bien su intención en principio había sido la de entregar su bebé a cambio de dinero, ahora deseaba que permaneciera bajo su custodia ya que contaba con la ayuda de quienes abonaban el alquiler y todos sus gastos. Según consta en un informe, la familia benefactora pertenecía a una comunidad católica que se dedica a este tipo de ayudas que incluye la asistencia médica.
Se presume, según los investigadores que el bebé fue entregado a una mujer a fines de Diciembre cuyas iniciales son MM. Al intentar constatar si el parto se efectuó en un lugar de asistencia pública, no se encontraron registros coincidentes con ese nacimiento.
Fiscalía investiga
La desaparición de esa criatura quedó oficialmente comprobada, cuando se asistió al registro civil para constatar la inscripción. El informe fue contundente y los profesionales a cargo del seguimiento no dudaron en informar al Servicio Zonal de San Nicolás, en particular la asesora de incapaces María Julia Charré quien dispuso de manera inmediata la realización de la denuncia ante la Fiscalía de San Pedro, en procura de protección para el o la recién nacida que hoy se encuentra en manos de quien pagó por su tenencia, bajo riesgo de ser devuelta a su progenitora o entregada en guarda a algún hogar.
Por el momento, no se han hecho declaraciones oficiales, pero se sabe que lo relatado tuvo lugar en la localidad de Santa Lucía sin poder hasta el momento precisarse cuál ha sido el destino de la madre biológica tras el parto.
Se espera que culminada la feria judicial, se conozcan las medidas que se dicten para el resguardo de la criatura.
Consejos que no sirvieron
Se sospecha que la progenitora de este bebé, ya había dejado en manos de otra familia a un niño que actualmente tendría cinco años. En Santa Lucía, apenas detectado el embarazo y las sospechas, el personal profesional se movió con celeridad y desde el Servicio Local de Prevención de los Derechos del Niño, se llegó a concretar una entrevista mediante la cual se acordó la asistencia sanitaria y los controles de embarazo. También se llevó a cabo un encuentro con la mujer embarazada a quien se le preguntó sobre el deseo de conservar a su bebé y se la asesoró para acompañarla en caso de no querer tenerlo a su cuidado para utilizar la vía legal y entregarlo en adopción, algo a lo que la mujer se negó rotundamente. Por ello se supone que la venta estaba acordada de antemano y que el delito podría haberse perpetrado pese a los cuidados que pusieron en alerta a gran parte de la comunidad.