Asuntos Internos investiga a la DDI por serias irregularidades detectadas
Un extraño episodio tuvo lugar en el puesto de trabajo de Fernando Olmos, el testigo clave del asesinato de Ariel Gomila. Dos efectivos de la Dirección Distrital de Investigaciones de la policía (DDI) pertenecientes a la Subdelegación San Pedro- Baradero, pretendieron ingresar al lugar pero Prefectura que es quien custodia al testigo se los impidió. Además la Auditoría General de Asuntos Internos (AGAI) investiga la legalidad del móvil en el que se movilizaban los policías ya que la patente que llevaba colocada pertenecería a otro móvil que fue dado de baja.
Hace unas semanas, la Justicia dispuso que personal de Prefectura Naval Argentina custodie de manera permanente a Fernando “Mafia” Olmos, el único testigo del caso Gomila y que coloca a Ulises Fernández en la escena del crimen, luego de que denunciara amenazas. Dos efectivos lo acompañan a todas partes y le brindan protección en su casa y en su lugar de trabajo.
Olmos es empleado municipal y se desempeña en el buque museo General Irigoyen. Allí llegó un móvil de la DDI que, sin identificación, ingresó a toda velocidad a la explanada y estacionó para que dos efectivos de civil se abalanzaran casi a la carrera hacia el ingreso al barco, amarrado en la costa.
Los prefecturianos les impidieron el paso. “Venimos a ver a Olmos, somos de la DDI”, les habrían dicho. La respuesta fue que no podían pasar, que ellos estaban ahí para custodiar al testigo y que nadie podía acceder a él sin autorización.
Esa manifiesta irregularidad llevó aparejada otra, que investigan Asuntos Internos y la Justicia. Los policías de la DDI llegaron al buque museo en una camioneta que no llevaba la chapa patente puesta y, lo que es peor aún, la patente con la que estaría registrada pertenece a un móvil asignado a la comisaría que fue desafectado definitivamente del servicio.
Eso fueron a corroborar quienes el lunes pasado llegaron a las dependencias ubicadas en la terminal de ómnibus donde estaba La Opinión registrando imágenes. La camioneta exhibía en la parte trasera la chapa de identificación JUZ 699.
En la investigación se abren dos posibilidades para una eventual sanción: o bien dieron de alta el patrullero, lo pasaron a la DDI y no lo informaron, lo que es una falta administrativa; o bien estarían “blanqueando” otro vehículo, que no se sabría cuál es.
Aunque los efectivos les dijeron a los agentes de Prefectura que querían hablar con Olmos, la versión que surgió luego fue que, como se trata de policías nuevos en San Pedro, habían ido al lugar con intenciones de conocer el buque museo. Ello, empero, también sería una falta, puesto que habrían ido en plan recreativo turístico en horario de servicio y con un móvil de la dependencia.