Intervienen teléfonos y solicitan una brigada de explosivos
Todos se preguntan, cómo se para esta locura. Las amenazas se suceden y preventivamente todas las escuelas realizan evacuaciones, sabiendo que nadie encontrará nada. Entre tantas llamadas, la policía pudo identificar el número del llamado que se recibió en el 101, el día 30 a las 19,30 horas. Ahora, la empresa telefónica deberá informar los datos del titular y así la fiscalía lo procesaría en esta causa por intimidación pública, que tiene una pena de entre tres a diez años de prisión. Mientras tanto, las escuelas instalan sus propios identificadores de llamadas. El lunes se produjo la quinta amenaza en una semana y ayer a la tarde se repitió la escena en la Escuela 6. La Fiscalía ordenó intervenir los teléfonos de las escuelas y la Brigada de Explosivos instalará un equipo permanente en San Pedro para evitar la suspensión de clases.
Las llamadas anónimas que se recibieron en las distintas escuelas y que derivaron en suspensiones de clases además de un esfuerzo como siempre inútil de peritos en explosivos que deben viajar especialmente a San Pedro, podrían tener en esta oportunidad un desenlace algo más satisfactorio para la policía y la justicia.
Es que al menos un número de teléfono desde el que se hizo una de las llamadas pudo ser identificado gracias al sistema de emergencias del 101 que posee esta condición. Según informó la policía, se trata de la comunicación recibida en este número el día martes 30, a las 19,30 horas. En esta oportunidad, el “bromista” se comunicó al mencionado número y deformando su voz, indicó que se había colocado una bomba en el edificio de la Escuela Normal. “Para terminar con los burócratas”, dijo.
Como en los otros sucesos, la policía tuvo que desalojar la doble manzana ubicada en Bottaro, entre Bvar. Moreno y Balcarce que en ese momento albergaba un total aproximado de 130 alumnos del nivel terciario de la Escuela Normal y otros 150 alumnos de la Escuela Comercial del mismo nivel. Cuando finalmente llegó el perito, el resultado también fue negativo.
Sin embargo, como en esta oportunidad se logró identificar el número de teléfono desde el cuál se realizó la llamada, ahora la empresa Telecom tiene la responsabilidad de identificar al supuesto agresor.
Fuentes de la Comisaría confirmaron que el caso está en manos de la fiscalía del Dr. Botteri, y que a través del Juzgado de Garantías nicoleño ya se le solicitó a la empresa telefónica que informe quién es el titular de la línea desde la que se hizo la llamada. La firmeza y el interés que le pongan al tema en ese fuero, será vital para dar una señal que revierta esta ola de estupidez.
La dificultad, en todo caso, radica en que se trata de un teléfono celular y en este caso el supuesto propietario podría denunciar que su aparato fue utilizado por alguien más o incluso robado.
Pero las autoridades aseguran que ése argumento deberá ser debidamente probado por el dueño de la línea, porque la intención del fiscal sería procesar al titular como único responsable por el delito de intimidación pública. En caso de tratarse de un robo o extravío, deberá contar con una denuncia anterior al momento del llamado.
El proceso judicial al que se enfrentaría, si todo continúa por esta vía, será complejo porque la causa que instruye la fiscalía está caratulada como Intimidación Pública, tal como lo establece el artículo 211 del Código Penal, cuyo texto reza “será reprimido con prisión de dos a seis años el que, para infundir un temor público o suscitar tumultos o desórdenes, hiciere señales, diere voces de alarma, amenazare con la comisión de un delito de peligro común, o empleare otros medios materiales normalmente idóneos para producir tales efectos. Cuando para ello se empleare explosivos, agresivos químicos, o materias afines, siempre que el hecho no constituya delito contra la seguridad pública, la pena será de tres a diez años de prisión”.
Bromas peligrosas
En el transcurso de una semana, desde el martes de la semana pasada hasta este lunes, se recibieron llamadas similares indicando explosivos en las Escuelas Normal, Nº 6, Industrial y Socorro.
El lunes a las 14,55 horas y el martes a las 13.30 se repitió lo mismo en la Escuela 6. En el primer caso, una preceptora recibió en este caso el llamado anónimo, que alertaba por la existencia de un artefacto explosivo en dicho establecimiento educativo, la Escuela Técnica, el Jardín 901 y la Escuela Especial.
Las continuas amenazas, que todos los años tienen un período de continuidad con el conocido perjuicio para los estudiantes por las suspensiones de clases y el trabajo de las autoridades policiales y de Bomberos de San Nicolás, no son patrimonio específicamente de San Pedro.
En Baradero, y en varias otras ciudades de la zona, proliferan con las mismas consecuencias. En la vecina ciudad, hace dos semanas, una broma del mismo nivel duró dos días, porque el martes 23 de Mayo una misma persona llamó durante la mañana y durante la tarde a la Escuela Marcos Sastre diciendo que “en 20 minutos explota la escuela”.
Lo llamativo, según explicaron fuentes de esa localidad era que en este caso la voz parecía ser de una persona mayor de edad, que el mismo día, recibieron amenazas similares escuelas de Pergamino, San Nicolás y Arrecifes.
A lo que debería agregarse la situación de la pasada semana en San Pedro.
En nuestra ciudad, las escuelas afectadas anunciaron la colocación de identificadores de llamados además de las mencionadas actuaciones de la justicia, y restará aguardar novedades para conocer cuáles fueron las intenciones de los (o el) autor/es de estos llamados, porque siempre se supone que son estudiantes que intentan liberarse de alguna responsabilidad escolar de esta manera.
Ultimo Momento
Al cierre de esta edición la Jefatura de Inspección anunció la instalación de identificadores de llamadas para todos los colegios después de una gestión realizada ante la Dirección de Escuelas.
También, a través de un pedido formulado ante Bomberos de San Nicolás se dispuso la presencia permanente de un equipo de peritos de explosivos para que concurran ante cada amenaza y así se evite la suspensión de clases por períodos prolongados. “Serán 5 o 10 minutos de requisa y todo debería volver a la normalidad”, indicó Belén Yunes.
Finalmente, a través de funcionarios judiciales de la fiscalía interviniente se solicitó la intervención de las líneas telefónicas escolares para detectar a los bromistas y en ese caso proceder con el máximo rigor posible.