Intervenciones de la OMIC lograron que empresas paguen dinero en efectivo a consumidores
Desde grandes compañías hasta comercios locales, la tarea de la Oficina de Defensa al Consumidor de San Pedro permitió que clientes fueran indemnizados por incumplimientos, fallas o diferencias con lo contratado. La titular del organismo, Sabrina Utreras Montes informó que los planes de ahorro para la compra de vehículos 0 km desplazaron a las telefónicas en el ranking de reclamos. Los alcances del denominado “trato digno”.
La Oficina Municipal de Información al Consumidor (Omic) o de Defensa del Consumidor cumple una tarea silenciosa que, a casi ocho años de su creación en el Concejo Deliberante, mantiene un ritmo de trabajo que crece gracias a intervenciones que permitieron que los clientes de grandes empresas multinacionales o comercios locales recuperen dinero, reciban nuevos productos y, en general, vean cumplir los contratos que establecieron con quienes les vendieron un servicio o bien.
En 2018, la Omic logró dar por finalizados una serie de expedientes en los que empresas y comercios se vieron obligados a indemnizar con sumas de dinero que van de los 200 a los 116.000 pesos a los consumidores que interpusieron su reclamo.
El monto más pequeño lo tuvo que reponer un cotillón sampedrino; Telecom, que históricamente lideró el ranking de quejas hasta que el año pasado fue desplazada por los planes de ahorro para la compra de 0 km, cuya letra chica suele ser bastante engañosa.
Entre ellos está el de mayor monto: 115.938,25 que Volkswagen S. A. de ahorro tuvo que devolverle a una persona que denunció ante la Omic. Plan Rombo S. A. Bs. As. Sur Autos, por su parte, tuvo que devolverle 38.682,89 a una numeraria de la policía bonaerense.
“Hay un montón de cuestiones relacionadas a los planes que los consumidores desconocen porque no se asesoran y porque también hay una realidad de que uno confía en lo que le están diciendo, pero no tenemos que olvidar que los vendedores son vendedores y están para eso”, dijo la titular de Defensa del Consumidor.
“Lo que puedo aconsejar es que tienen que tener mucho cuidado y leer. He visto consumidores que vienen diciendo que les dijeron que son cuotas fijas cuando no es así, otros que les dicen que a la segunda cuota ya tienen el auto, que tampoco es así, hay de todo”, señaló.
En las estadísticas de la Omic aparecen otras devoluciones relacionadas con planes de ahorro para automóviles, de VW Aira S. A., Plan Rombo y Ford Autos del Sur S. A., por diversos montos que van de los 2.800 a los 11.000 pesos.
Los bancos también tienen lo suyo: el Francés tuvo que pagarle a dos usuarios 5.500 y 6.000 pesos, respectivamente; el Hipotecario, cerca de 2.000; el Credicoop, 900.
Comercio que tienen bocas de pago rápido también tuvieron que hacer lo propio y restituir 5105 y 1250 pesos, en los dos casos registrados.
En total, suman más de 300 mil pesos que fueron devueltos por diversos casos que tramitaron en las oficinas que conduce la abogada Sabrina Utreras Montes y que funciona en Mitre al 2.609, donde tienen asiento otras dependencias municipales y donde estuvo emplazada la Fiscalía local hasta su mudanza a calle Saavedra. El teléfono de atención es el 424039.
No sólo han recuperado dinero. Semanas atrás, por ejemplo, fue confirmada la reposición de una heladera que una mujer había comprado en una reconocida casa de electrodomésticos y que, en garantía, dejó de funcionar. La dueña presentó el reclamo en la Omic porque el técnico que debía concurrir a su domicilio a repararla nunca se presentaba.
En ese caso, Utreras Montes llegó a enviar un oficio al Juzgado de Faltas municipal para solicitarle que dicte una medida preventiva, aunque antes de que eso suceda confirmaron el reemplazo de la heladera.
Al Juzgado de Faltas también llegó una solicitud para que obligara a un supermercado a que dejara de emitir una publicidad engañosa relacionada con una promoción de gaseosas.
La posibilidad de reclamar por los derechos no parece tan arraigada entre la comunidad como se supone si se piensa en que desde hace muchos años está instalado, cada vez más, que no hay que permitir que se aprovechen de la posición dominante que tienen las empresas en la relación con sus clientes, aunque el latiguillo de que “siempre tienen razón” se repita sin cesar.
La Omic local interviene cuando aparece un reclamo y por ese caso puntual, en la medida en que el personal del que dispone le alcanza apenas para eso y muchas veces ni siquiera, porque se acumulan expedientes ante la demanda.
Todavía no hay un cuerpo de inspectores que permitan evitar algunas situaciones que se ven a diario y que incluso, a pesar de ser ilegales, se ven en carteles en los negocios, como los recargos al pago con tarjetas de débito o crédito en un pago o los cambios de ropa los sábados, una modalidad extendida que está prohibida.
Cuando alguien va a la oficina de defensa del consumidor es porque parece haber agotado otras posibilidades. “Todos van preocupados, algunos asustados y otros apurados, pero lamentablemente no es tan automático o rápido el procedimiento”, señaló Utreras Montes.
Claro: hay que preparar un expediente, fijar un audiencia conciliatoria, citar a las partes, ofrecer la posibilidad de descargo y en algunos casos hasta hay que convocar a nuevos encuentros.
“A veces defender al consumidor implica tener esa resolución más rapido sin que el consumidor pase por el procedimiento. Es no hacer perder el tiempo al usuario ni tampoco perderlo nosotros”, consideró la abogada. Por ahora, eso es más difícil en San Pedro.