Inspección muestra los dientes y las multas
En dos semanas desde que Seguridad es Secretaría e Inspección volvió bajo la conducción de Ángel Burgos, secuestraron cientos de motos, labraron otras tantas infracciones y llamaron a “concurso” para tomar 15 empleados”. Las primeras acciones fueron respaldadas por el intendente.
Los primeros quince días de Ángel Burgos al frente de la Dirección de Seguridad, Tránsito y Nocturnidad fueron prolíficos en operativos, secuestros de vehículos, infracciones varias y advertencias.
Como “escoba nueva barre bien”, la presencia de los hombres y mujeres que siguen en el área o que recalaron allí con el nuevo funcionario es importante, a toda hora y prácticamente en todo lugar.
Al propio Burgos se lo ve activo y dispuesto a dar muestras de que no va a dejarse amedrentar. Tan es así, que entre las cientos de motos secuestradas, al menos dos eran conducidas por agentes de la policía cuyos superiores habrían pedido una morigeración que no fue concedida.
El intendente Cecilio Salazar respaldó los operativos y el domingo le dijo a La Opinión: “Si cometieron la infracción, tendrán que pagar la multa correspondiente”, al tiempo que informó que el sábado a la noche había dado “una vuelta” y vio” muchos con caso, algo es algo”.
En la calle se los ve: ordenan el tránsito a la salida de las escuelas, se acercan a quienes están a punto de estacionar mal para persuadirlos y hacen las multas que corresponden.
El Gobierno municipal lanzó una convocatoria para sumar 15 empleados el área porque Burgos quiere tener los tres turnos de ocho horas al día con al menos tres grupos de tres personas.
No hay galpón que alcance
En las últimas semanas, la Dirección de Seguridad, Tránsito y Nocturnidad secuestró 121 vehículos por falta de documentación; labró 51 infracciones por falta de casco; 58 por estacionar en lugares indebidos; 25 por hacerlo en doble fila; incautó otros 20 rodados por alcoholemia positiva; unos cinco por falta de verificación técnica vehicular; y multó a 10 conductores por adelantarse ante la luz roja de los semáforos.
Los vehículos secuestrados, claro, terminan en los atestados galpones municipales donde es tal la cantidad de motos, sobre todo, que muchos no encuentran lo que van a buscar.
Ya hay más de 40 postulantes a inspectores
Son 15 los nuevos inspectores que formarán parte del Estado municipal en calidad de empleados luego de la convocatoria lanzada esta semana por el Gobierno.
Hasta ayer al mediodía habían ido más de 40 a inscribirse. La Oficina de Empleo, ubicada en el Centro Cívico de Ayacucho e Ituzaingó recibía los currículums de los interesados y algunos tuvieron que retornar sin la inscripción porque les faltaban algunos detalles.
Muchos de los que quedaron afuera de la escuela de Policía Local fueron a probar suerte para Inspección. Los requisitos son un bastante menos rígidos en este caso: tener entre 25 y 40 años de edad, poseer carnet de conducir y título secundario. Con eso basta para inscribirse.
La semana que viene comenzarán las entrevistas entre las decenas de personas que cumplen con los requisitos.
Para incluir 15 nuevos empleados en la planta municipal, el intendente Salazar debe esperar que venza la emergencia administrativa que sancionaron los concejales a pedido suyo. Eso sucederá a principios del mes que viene. En el gabinete hay un plan de prórroga, con la salvedad hecha para casos como el del área de seguridad, que por cierto también está en emergencia, como infraestructura y salud.
Parte de los 20 millones de pesos que enviará Provincia en el transcurso del año serán invertidos en movilidad para los inspectores. Los Etios y las Hilux a comprar en Toyota tendrán ese destino, todos equipados con rastreador satelital.
“Los castigaditos”
Los trabajadores desplazados del área que todavía están de vacaciones deben volver al trabajo. Como fue informado por este medio, apenas se los notificó les informaron sus nuevos puestos de trabajo. De los siete, dos iban como porteros al Estadio, uno al buque museo, otro al corralón y tres al Centro de Monitoreo.
De ellos, algunos podrían recalar en Obras Públicas para hacer tareas de inspección de obras y para supervisar las tareas de las cuadrillas en la calle.
Esta semana se les sumó un nuevo compañero, que no se adaptó al “estilo del Negro”, como le dicen a Ángel Burgos. Este trabajador se fue del área luego de que se negara a colaborar con sus compañeros que labraban infracciones al grito de “yo soy chofer”. Su falta de colaboración le valió el traslado, el que firmó con gusto aunque luego se percató de que, vaya donde vaya, perderá algunas bonificaciones y el cúmulo de horas extras que implica Inspección.