Inseguridad rural: esperaron más de una hora tras llamar a la Policía porque había gente en su campo
Antes de la medianoche, una mujer propietaria de un campo en el km 25 de la ruta 191 llamó a la Patrulla Rural porque delincuentes entraron en un auto a su campo y se dirigieron a la plantación de nuez pecán. Pidió ayuda en el grupo de WhatsApp de autoconvocados y logró que fueran dos móviles, que llegaron alrededor de la 1.00 de la madrugada. "No sabés qué tan violentos pueden llegar a ser, si te vienen a matar o se van a llevar unas nueces", se quejó.
Más de una hora tuvo que esperar una productora rural para que la Policía llegara a su campo, ubicado en el kilómetro 25 de la ruta 191, luego de que advirtieran que desconocidos habían ingresado en un vehículo y se dirigieron al monte de pecanes, para robar la producción.
“Los perros toreaban, se veían luces. Yo tengo plantación de pecán y es sabido que siempre entran a llevar. Los chicos se asustan, llamo, el número de la Patrulla no contestaba, en otro que tenía me rechazaban la llamada, llamé al 911, me devolvieron el llamado y dijeron que iban a mandar patrulla, me avisaron que iban a mandar dos, una de la Rural y otra de Santa Lucía, estoy a 10 minutos de la Rural, 15 minutos de Santa Lucía, estoy en el km 25 de la 191”, contó en Radio Cuarentena Alicia.
Alrededor de las 23.50, la productora rural pidió ayuda en el grupo que comparten habitantes del campo y en el que colaboran entre todos por la seguridad de la región. Allí explicó que habían entrado a su establecimiento en un auto y que estaban en el monte de pecanes.
“No me atiende la patrulla, hay gente en mi campo”, era su preocupación. Consultó a qué otro número podía llamar y le pasaron uno que tienen agendado como “CPR móvil”. Le dijeron que vuelva a llamar a la Comisaría y que haga lo propio con el comisario del Comando de Prevención Rural, Rubén Darío Tenorio.
Alguien llamó al 911, otro a la Comisaría local. Allí le informaron que inmediatamente daban aviso por radio a la Rural. “Ya están yendo”, dijeron a las 00.00. Dos patrulleros iban a su campo. Uno del CPR y otro de Santa Lucía. Uno de ellos pinchó una rueda. “El otro no quiere ir solo”, le informaron. Estaban en un camino rural cercano. “Llegaron”, dijo a las 00.53, una hora después del primer mensaje.
La propietaria del campo consultó en el grupo por qué le pedirían que dejen la tranquera sin candado. Cuando entraron al predio, daban vueltas por la casa y por el galpón, a pesar de que el dato era que los delincuentes ingresaron en un vehículo al monte de pecanes.
“Cuando llegó la policía el casero les dijo que estaban en el monte de pecán, se pusieron a dar vueltas en el campo y al final recién fueron al monte. Pero los vieron venir y se fueron”, relató la mujer, que el año pasado fue víctima del robo de 30 ovejas y herramientas en su establecimiento.
La preocupación de todos los habitante de la zona rural fue resumida por Alicia: “No sabés qué tan violentos pueden llegar a ser, si te vienen a matar o se van a llevar unas nueces o unas naranjas o duraznos, que también tanto le cuestan a uno trabajar”.
El campo en cuestión tiene cámaras de seguridad tanto fuera como dentro de la casa. Sin embargo, se quejó Alicia, los policías que llegaron “miraban para adentro por la ventana, no sé para qué si no estaban forzadas ni nada”.
El robo de la producción es constante y, claro, luego hay quienes compran lo robado para revenderlo. “Hay negocios que venden pecanes y es obvio que no la compraron a productores”, dijo Alicia y graficó: “Un kilo de pecán tiene que estar entre $ 750 y $ 1000, si la venden a 200 es robado”.
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