Independencia cortó la sequía de 14 años
Se consagró campeón del Apertura Pedro Barri que organizó la Liga Sampedrina (LDS) tras imponerse el martes por penales 4 a 3 a Sportivo en el Polideportivo de la ruta 41. Tanto en la ida como en la vuelta, igualaron 1 a 1.
Lloran Agustín García, Joaquín Churruarín, Nicolás Esquivel y César Noguera. Se emociona Benjamín Torrillo junto con José Sepich y Agustín Esquivel. Se abrazan los hermanos Rodríguez, Juan Manuel y Lucas. Otros se cuelgan del alambre o buscan a Elías Salomón para agradecerle los penales atajados. También están Jonathan Cerrutti, Matías Ríos y Josué Scavarda, el trío de ataque que concluyó el partido, grandes responsables de la conquista. Mauro Sandoval, el capitán que no pudo jugar ningún encuentro de la final por haber sido expulsado ante Las Palmeras, cruzó el alambrado y se prendió a los festejos con sus compañeros.
Afuera del campo de juego la alegría también es incontenible porque Independencia, el club más ganador de la Liga Sampedrina (LDS), volvió a dar una vuelta olímpica luego de 14 años de sequía. Para el Auriazul el Apertura Pedro Barri se refleja en las lágrimas, en el inmenso desahogo para un club que en los últimos años se acostumbró a los sinsabores y hasta tuvo que soportar que se pisoteara su historia.
Pero ahí están ellos y su gente, esa que llegó en gran número al Polideportivo de la ruta 41 sin importarle el frío insoportable que se adueñó de la jornada. Ni siquiera pudieron disfrutar de un buen partido de fútbol porque nuevamente, aunque la pelota estuvo más tiempo sobre el piso, ambos se conformaron con el 1 a 1 y apostaron a lo que en cuartos y semifinales les dio resultado. Jonathan Navarro rompió el cotejo a los ocho minutos de juego con un gol que le sirvió a los sampedrinos para desatarse e, inmediatamente, llegar a la igualdad por intermedio de Agustín Esquivel.
Sí hubo emoción en los penales donde los visitantes erraron los dos primeros y cuando Ariel Marín pudo haberle dado el título al local, aparecieron las manos de Salomón para impedirle. Churruarín tuvo la ocasión para que la “I” defina el duelo pero Nicolás Tedeschi lo evitó y le cedió la posta a Juan Manuel Rodríguez quien, luego de que su arquero le detenga el remate a Manuel Orlando, acertó su derechazo que llevó a la gloria a la institución de calle Ayacucho.
Entre medio, los jugadores del Lobo aplaudieron sin reproches a los campeones en un gesto para imitar en ocasiones futuras. Es cierto que tienen otros objetivos y haber perdido la final no les significa un calvario mas allá de haberla jugado con ambición y el objetivo de triunfar.
TESTIMONIOS
Elías Salomón: “¿Qué decirte no? Sentía que lo iba a atajar al penal. El árbitro me deseo suerte y le dije que lo iba a atajar. Este campeonato tenía que ser de nosotros, lo merecíamos. Íbamos a entrenar con frío, no se nos podía escapar. Yo creo que fuimos justos ganadores. Ellos juegan bien, tienen un equipazo. Nosotros somos un equipo nuevo y dejamos el alma. Pudimos empatar aunque no aprovechar el hombre de más pero nos llevamos al victoria”.
Agustín García: “Para mí es el campeonato más importante, en el que más me sentí partícipe, porque pude salir campeón adentro de la cancha. Otras veces, por otras causas, no he podido. En este jugué con un amigo que es Churra (Joaquín Churruarín) que siempre me impulsó a seguir en independencia y juntos peleamos. La verdad que es la alegría más grande que me dio el fútbol hasta ahora.
Un equipo sólido
Independencia no brilló por su juego en el Apertura, a pesar de contar con jugadores de buen pie como Ignacio Huesa, Jonathan Cerrutti, Nicolás Esquivel, Mauro Sandoval y Ariel Oliveto. Pero fue inteligente para afrontar cada partido, adaptarse a las circunstancias y equivocarse poco, una ventaja en el fútbol local.
Fue segundo en la zona B, detrás de Banfield. Arrancó el torneo con la ilusión de ser campeón por cómo se había reforzado y con una gran victoria ante Mitre. Pero ante Agricultores tropezó y puso en duda todo lo bueno realizado en los primeros 90 minutos. A partir de allí no perdió más y vapuleó a América en el clásico barrial en, quizás, su mejor juego colectivo. El envión lo catapultó a otra alegría ante La Esperanza y, en Pérez Millán, frente a General San Martín, confirmó sus dotes de candidato al título.
Los cruces le dejaron a Atlético en cuartos de final, club que llegó habiendo ascendido al Federal B una semana antes. La “I” superó la prueba por penales y en semifinales eliminó por la misma vía a Las Palmeras, elenco que se floreó en todos sus partidos pero no pudo con el nuevo campeón.