Indagan a un aprehendido tras las ruedas de reconocimiento
Se trata del joven que fue señalado como autor material del crimen de Pedro Caballero. En una extensa jornada, alrededor de 20 testigos vieron desfilar frente a sí a 12 personas, entre ellos los tres sospechosos de haber participado de la gresca que derivó en el asesinato. Familiares y amigos de la víctima, entre ellos los otros dos heridos, pasaron el día en la ciudad para colaborar con la tarea judicial. Manso indagará al aprehendido, que podría recuperar su libertad.
Con un inusual despliegue que incluyó corte de calles y presencia de gran cantidad de efectivos para el traslado de las 12 personas que iban a ser sometidas a reconocimiento, el Fiscal Marcelo Manso encabezó ayer martes una medida judicial fundamental para el esclarecimiento del crimen de Pedro Caballero, el joven de 24 años oriundo de Ramos Mejía que fue asesinado en el boliche Nápole la semana pasada.
Entre los que desfilaron ante decenas de testigos estaban los tres jóvenes que fueron señalados por una gran cantidad de personas que prestaron testimonio como los que protagonizaron la pelea dentro del local bailable ubicado en Mitre 1120.
Tras la rueda de reconocimiento, uno de ellos quedó aprehendido a disposición de la Justicia y será indagado hoy miércoles por el Fiscal, quien necesita reunir elementos contundentes para convertir esa aprehensión en detención y lograr que el único al que todos señalan como quien sacó un cuchillo y apuñaló a las víctimas quede tras las rejas mientras continúa el proceso de investigación.
Una jornada tensa
Manso tomó algunas declaraciones por la mañana, atendió a los medios de comunicación y se preparó para la larga tarde de rueda de reconocimiento.
Los que desfilarían ante los testigos estaban en la Comisaria. Hubo un intento previo de traslado que se vio frustrado porque un vehículo de pasajeros estaba estacionado frente a la Fiscalía y los testigos estaban en la puerta con el riesgo de reconocer, actuar o linchar a los sospechosos.
La calle Mitre quedó cortada desde su intersección con Lucio Mansilla, donde inspectores de tránsito desviaban la circulación.
En la Comisaría, pasadas las 14.00, los movimientos eran incesantes. Agentes de civil y uniformados intentaban coordinar el operativo de traslado hacia la Fiscalía. La puerta del garaje estaba flanqueada por ocho efectivos con escudos y armados.
A las 14.46 arribaron los seleccionados para la rueda. El Comisario Gallo y el Subcomisario Catalano habilitaron la puerta que desemboca en un jardín interno. En la calle lateral estaba el vehículo de traslado que luego entró a contramano por calle Mitre.
Amigos, familiares y uno de los hermanos exigieron justicia ante La Opinión, mientras otros testigos locales permanecían en los alrededores y antes del traslado fueron ubicados por agentes para que permanezcan dentro del edificio sin presenciar el momento en que bajaban del celular.
El hermano de la víctima fatal reconoció a dos de los tres imputados. Un amigo suyo que también estaba esa noche coincidió con él.
Nombraron a un joven que tiene antecedentes por haber cometido otro asesinato y haber sido acusado de uno similar al que le costó la vida a Caballero.
Pero el aprehendido es otro: el mismo que señaló La Opinión la semana pasada, cuando anticipó que la Justicia tenía identificado al autor material del hecho, cuyo apellido es similar al de un boxeador que purgó años de cárcel por el crimen de una mujer famosa.
A las 17.30 uno de los amigos íntimos de Pedro dijo “Sí, eran ellos, pero recién salgo y todavía no me explicaron”. Pasadas las 21.00, llegó la confirmación de que el sindicado como autor material del crimen quedaba aprehendido para que el Fiscal Manso lo indague esta mañana.
Una semana agitada
Durante la semana y hasta ayer se sucedieron una serie de situaciones vinculadas a la causa, que procura reunir pruebas suficientes para dictaminar medidas que impliquen avanzar en el esclarecimiento de un crimen que consternó a una ciudad en la que una semana antes se había desatado una polémica política de alto vuelo relacionada con los controles en la actividad nocturna, con acusaciones cruzadas, intentos del Gobierno de desdecir a sus funcionarios y mensajes de voz por WhatsApp que hablaban de “poner la moneda” y “arreglar” con un policía.
El viernes por la tarde, personal de la Dirección de Seguridad, Tránsito y Nocturnidad procedió a la clausura del local Nápole, una medida que ordenó el Juez de Faltas Fabián Rodríguez ante la posibilidad no certificada de que los titulares decidieran abrir las puertas del comercio.
Rodríguez dispuso que el comercio violó el Código de Faltas en su artículo 300, referido a los disturbios sucedidos dentro del local. La clausura es por tiempo indeterminado y “por las dudas”.
Los dueños del lugar pudieron retirar sus pertenencias y los Inspectores colocaron las fajas, que luego aparecieron violadas.
El lunes, Federico González y Alejandro Picornell, socios en el boliche, presentaron un escrito a través de su abogado para solicitar la eximición de prisión, ante la posibilidad de que la causa tome un giro inesperado, aunque hasta el momento no hay elemento alguno que haga pensar que puedan ser responsabilizados penalmente por lo sucedido. Sí deberán afrontar en su momento una demanda civil que implicará un reclamo de cientos de miles de pesos.
Manso: “Le voy a pedir la detención”
Al cierre de esta edición el Fiscal de la causa confirmó que tras indagar al único aprehendido pedirá al Juzgado de Garantías que quede detenido, acusado del crimen.
“Voy a pedir la detención”, dijo con firmeza Manso a La Opinión y agregó: “Los reconocimientos tuvieron una influencia importante”.
Quién protege a víctimas y testigos
Los familiares y amigos de la víctima, que llegaron desde Ramos Mejía para cumplir con la rueda de reconocimiento estaban en la sede de Fiscalía desde temprano. Viajaron desde La Matanza por sus propios medios, sin nadie que los asesore, les informe o les dé una palabra de aliento ante la situación que les toca atravesar.
Otros que sufrieron la ausencia de un Estado que no contempla algunas situaciones fueron los familiares de los elegidos para desfilar entre los sospechosos en la rueda de reconocimiento.
Hubo madres y esposas que pasaron horas de angustia hasta que se enteraron que sus hijos y maridos habían sido convocados para la medida judicial. Nadie les avisó.
Una mujer fue incluso a la Guardia del Hospital, “con el corazón en la boca”, a averiguar si acaso su hijo no habría sufrido algún tipo de accidente.