Incendios en zona de islas: El testimonio de un sampedrino que, con su familia, apagó un foco con baldes y mochilas de agua
Ariel Paz observó que en el sector conocido como Boca del Cavado, en el kilómetro 287 del vallado del río Paraná, el fuego se acercaba a sus ranchos y colmenas y decidió combatirlo junto a su papá, hermano y cuñado con las herramientas que tenían a disposición. Luego de varias horas de trabajo el martes, el grupo logró que las llamas no avancen hacia ese lugar aunque sí continúa hacia el interior del campo. "De flora de la isla no quedó nada de nada. Nosotros cuando se apagó pisábamos lo quemado una hora después y de las botas se nos derritieron las suelas. Te enterrás unos 20 centímetros y es todo cenizas", recalcó a La Opinión.
En las últimas semanas uno de los temas que más preocupó a los sampedrinos fue la quema de islas del río Paraná. En diferentes jornadas se observó desde las barrancas humo, espacios grandes cubiertos de fuego y cenizas que la semana pasada cubrieron la ciudad. Los incendios siguen a pesar de medidas impuestas por el gobierno nacional y la denuncia que radicó la Municipalidad ante la Justicia Federal y son, en ocasiones, los propios habitantes de la zona los que deben combatirlo como fue el caso de Ariel Paz quien relató a La Opinión cómo trabajó arduamente junto a su familia para evitar que se quemen sus ranchos y colmenas.
"Nuestra casilla está como a dos kilómetros, vimos el incendio y fuimos en canoa hasta ahí. Empezamos a machetear para hacer un camino para poder sacar agua del Paraná, llenar las mochilas e ir acarreándolas. Estuvimos el martes de las 11.00 a 16.30 con mi papá, cuñado y hermano tratando de apagar un foco que estaba cerca de un rancho y colmenas que tenemos. Esto es en la zona más conocida como Isla los Ratones, de la Boca del Cavado para arriba. El fuego se inicio en kilómetro 287 del boyado del río Paraná que es donde está el cruce del Paso los Ratones hasta el kilómetro 290. En una parte que está el rancho del vecino pudimos controlarlo pero para adentro, unos dos kilómetros, siguió quemando", explicó respecto de dónde llevaron a cabo la tarea.
Además, analizó cómo pudo haberse iniciado y dejó en claro que "fue intencional" por las características del fenómeno: "Más o menos se quemaron cuatro kilómetros de largo por dos de ancho de la costa del río para el lado de Los Lobos. Esa franja ardió casi tres días, arrancó el domingo al mediodía. Nosotros en la parte de los ranchos y las colmenas lo apagamos y controlamos pero eso sigue ardiendo para adentro de forma impresionante".
Sobre las acciones que ejecutaron, detalló que "sabían" que en la parte "más angosta del campo" iban a poder "apagar" las llamas y por eso fueron con "baldes y mochilas de agua" y se plantearon como objetivo "controlar esa parte". Y agregó: "Tratar de apagarlo el martes nos llevó entre cinco y seis horas. Éramos cuatro e hicimos lo que pudimos. En un camino recto mojábamos el campo con pastizales secos en líneas rectas de 200-300 metros. Cuando venía el gran fuego, que no te podes acerca a menos de 30 metros por la gran temperatura y no teníamos ningún equipo sino ropa normal, y llegaba al pasto mojado, lo íbamos apagando y lo controlamos".
Ariel vive en San Pedro y, si bien la zona donde apagó el foco ígneo está alejada de la ciudad, aseguró que las llamas eran de tal magnitud que logró apreciarlas desde las barrancas. Incluso, señaló que cuando finalizó el trabajo junto a sus familiares al pisar el territorio quemado, con "20 centímetros de cenizas y una hora después", se les derritieron las suelas de las botas que vestían.
Por último, dejó en claro que ellos controlaron ese sector pero el fuego continuó "quemando normalmente" hacia el interior de la isla. Y cerró: "Las pérdidas de flora de la isla no quedó nada de nada. Cada verano se acumula pasto verde que en invierno se seca y eso se prende. Hay zonas de más de cuatro metros de alto de pasto y eso cuando agarra tiene una llamarada de 10-12 metros de alto. Eso se ve desde kilómetros".