Imputan a docente sampedrino por un caso de “grooming”
Se trata del mismo joven con “conocimientos en computación” que en agosto pasado quedó imputado en una causa por pornografía infantil. Ahora fue denunciado por las madres de dos alumnas a las que intentó seducir a través de WhatsApp y las redes sociales.
Por su calidad de reincidente la Justicia profundizará la investigación que apunta a un joven docente sampedrino que aparece implicado en un caso denominado “grooming”, una figura legal novedosa que permite penar a quienes cometan este tipo de ciberdelito en el que incurre el adulto que busca una conexión emocional con menores de edad, con fines de abuso.
Este tipo de delitos tiene en la Argentina un caso cuyo juicio comenzó ayer: el crimen de Micaela Ortega, una niña 12 años asesinada el año pasado en Bahía Blanca tras haber sido engañada en Facebook por un hombre que se hacía pasar por adolescente a través de perfiles falsos.
El docente sampedrino acusado es el mismo que hace unos meses fue blanco de un allanamiento en el marco de una causa por pornografía infantil, luego de que la ONG internacional con sede en Estados Unidos que detecta ese tipo de actividad en la red emitiera una alerta a la Justicia argentina con su domicilio en San Pedro.
Cuidado con el profe
El implicado es un docente sampedrino de 26 años, que ahora vive en Baradero. Aún se domiciliaba en nuestra ciudad cuando quedó involucrado en el caso de pornografía infantil. Ahora fue denunciado por dos madres a cuyas hijas de 14 años buscó seducir a través de la utilización de diversas herramientas de comunicación y redes sociales, aprovechando que ambas eran alumnas suyas.
Al igual que el anterior, el caso recayó en la Fiscalía Tematizada N° 4 a cargo del Dr. Ariel Tempo, el mismo que lo investiga por pornografía infantil y que ahora lo imputó por grooming, haciendo valer sus antecedentes.
Las madres de dos estudiantes de la escuela Escuela Técnica N° 1 de Baradero hicieron saber el caso a los directivos del establecimiento educativo, donde les aconsejaron que radicaran la correspondiente denuncia en la Comisaría de la Mujer y la Familia de esa localidad.
En su presentación, las familias de las adolescentes denunciaron que el profesor intentó seducirlas y que las invitó a pasar por su domicilio para retirar unos trabajos prácticos.
Declaraciones de las víctimas y las capturas de pantalla de los celulares fueron prueba suficiente para establecer que detrás de esa propuesta había otras intenciones.
Allanamiento urgente
El imputado enviaba mensajes con fines sexuales cuya finalidad era la de captar a sus víctimas a través de distintos medios tecnológicos, siempre dirigidos a menores de edad de entre 13 y 14 años. Además se logró establecer que no sólo las invitaba a su casa sino que les solicitaba que le envíen fotografías.
La semana pasada, apenas se radicó la denuncia, la Justicia ordenó un allanamiento en la vivienda en la que reside el docente, en Baradero.
Allí secuestraron todos los dispositivos tecnológicos que había en el lugar –computadoras, celulares, pendrives, etc. –, que posiblemente eran los utilizados para contactarse con las adolescentes.
Todo lo secuestrado será peritado y no se descarta que de esa tarea puedan surgir elementos para establecer que habría más víctimas. Su reincidencia permite inferir que tendría una conducta recurrente, por lo que es probable que haya intentado hacer la mismo con otras menores.
El delito detectado figura en el artículo 131 del Código Penal y es excarcelable, por lo que no se tomaron medidas relacionadas con la permanencia en libertad del acusado.
Sobre la situación laboral del docente, ante el requerimiento de la Justicia las autoridades educativas confirmaron que, ante la primera denuncia de las madres ante ellos, ya habían resuelto iniciar un sumario administrativo para apartarlo del cargo que ocupaba, al menos hasta tanto se resuelva su situación penal.
El Fiscal Tempo confirmó a La Opinión que tomará declaración indagatoria al docente, lo informará sobre la causa y lo procesará. Queda en análisis la posibilidad de llevarlo a juicio, teniendo en cuenta las dos causas que ahora pesan sobre el acusado.
Un antecedente grave
El docente en cuestión es el mismo que el pasado 5 de agosto quedó imputado en un caso de “ciberdelito” cuando se detectó a través de la dirección IP de su computadora que había entablado contacto vía Facebook con una menor de 14 años, oriunda de la localidad de Adrogué, partido de Almirante Brown, en el conurbano bonaerense, a quien le había solicitado que le enviara fotos de contenido erótico.
En ese caso, también aparecerían la figura del acoso y la extorsión, a raíz de la modalidad utilizada para tratar con la adolescente.
Personal policial y de la Fiscalía 4 allanó el domicilio registrado en nuestra ciudad, a la altura de Miguel Porta al 1100, pero al establecerse que ya no habitaba ese lugar y que se había mudado a Baradero, el operativo se trasladó a la vecina localidad.
En esa oportunidad también se le secuestraron diversos elementos relacionados con el delito, aunque al tratarse de una causa excarcelable no se tomó ninguna medida judicial para con el joven, más allá de la notificación de la formación de la causa.
El primer juicio por “grooming”
En Argentina el grooming es un delito penal, de acuerdo a una ley sancionada en noviembre de 2013.
Será penado con prisión de seis meses a cuatro años quien por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contacte a una persona menor de edad con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma, dice el Código Penal.
El país sigue atento por estos días el juicio por el primer caso de grooming seguido de muerte, ocurrido el año pasado en Bahía Blanca, que tuvo como víctima a Micaela Ortega, de 12 años.
Alrededor de 90 testigos declararán en las audiencias que se extenderán durante toda la semana, con Jonathan Luna, de 28 años, como acusado.
Entre los testigos hay otras jóvenes que fueron captadas por Luna a través de las redes sociales con perfiles falsos en los que se hacía pasar por un adolescente para entablar diálogo con sus potenciales víctimas.
“Las pericias nos dan cuenta del perfil violento y la constante captación de las nenas que tenía Luna acreditados a través de diálogos telefónicos por WhastApp”, dijo el Fiscal del caso. Los informes entregados por Facebook también dan cuentas de ello.
Al igual que en los casos de pornografía infantil detectados, la Justicia tomó intervención luego de una alerta de la ONG The National Center for Missing & Exploited Children (Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados), con sede en Estados Unidos, que trabaja a nivel mundial contra los delitos sexuales que involucran a menores de edad.