Imputados, el padre Tulio y Anselmo fueron notificados por la Justicia
En una semana, el Fiscal Granda dio pasos importantes para la investigación. Habló con los denunciantes, recorrió el establecimiento educativo, notificó a los imputados y les tomó fichas dactiloscópicas. El abogado particular de las presuntas víctimas pidió una serie de medidas. La causa que lleva adelante la fiscala Bisetti ya tiene fecha para la pericia psicológica, que será el 13 de abril.
Las causas que investigan presuntos abusos sexuales cometidos en el jardín Belén avanzan a pasos agigantados desde que, tras idas y vueltas, la Fiscalía General de San Nicolás designó al Fiscal de Baradero Hernán Granda al frente de cuatro de las cinco denuncias y dejó la restante en la UFI 10, de la Dra. Sandra Bisetti.
En una semana, Granda ya tomó una serie de medidas muy importantes en relación a la investigación. El martes, el abogado que patrocina a las familias –que se constituyeron como particulares damnificados– le solicitó una serie de medidas de prueba, que serán tomadas en los próximos días.
La quinta denuncia, que en realidad es la primera de todas, cuya causa instruye la Fiscala Bisetti, también tuvo un avance: tras algunas desavenencias entre las partes, fijaron para el próximo 13 de abril la pericia psicológica con la víctima, primera entrevista previa a la declaración bajo el sistema de cámara Gesell.
Una semana intensa
El miércoles, cuando La Opinión reveló los avances, además de atender a los medios de comunicación que se comunicaron con él por el tema, el titular de la UFI 9 se entrevistó con los padres denunciantes para explicarles cómo trabajará en el tema.
Producto de esa entrevista, pidió a dos familias que amplíen su denuncia, tras lo que resolvió la primera cuestión relevante: imputar a quienes aparecen señalados como presuntos autores del delito que se investiga.
En relación a ello, Granda ya dio el paso siguiente: notificó al sacerdote de la parroquia San Roque y ahora exrepresentante legal del jardín Belén, el padre Tulio Mattiussi, y al exportero Anselmo Ojeda, que están imputados en una causa que investiga su presunta autoría del delito de “abuso sexual simple” agravado por estar incluidos los acusados en la tipificación que prevé agravantes para las penas si el hecho es cometido por “ministro de algún culto reconocido o no, encargado de la educación o de la guarda”.
Además de notificarlos, les hizo lo que en la jerga policial se conoce como “tocar el pianito”, es decir les tomó las fichas dactiloscópicas correspondientes para su archivo en el expediente.
El viernes, Granda estuvo en el jardín. Vestido de sport para no llamar la atención –la directora del establecimiento, en cambio, se vistió como no lo hace habitualmente, para recibirlo–, junto a su secretaria y personal de Policía Científica, recorrió el establecimiento.
Allí hubo una pericia planimétrica, tomaron fotografías y videofilmaciones “para apoyo de la descripción, para ilustrar acerca de si estos abusos denunciados pudieron tener lugar y dónde”, explicó Granda.
Los pedidos de las familias
El abogado Ariel Fusco, reconocido profesional oriundo de la ciudad de Mercedes, es el abogado de las cinco familias denunciantes y sigue, como representante de los particulares damnificados, los avatares de ambas investigaciones, con la expectativa de que, como indica el Código Procesal Penal con claridad, las causas se unifiquen en una sola fiscalía, la de Granda, para facilitar el proceso de instrucción penal preparatoria.
Fusco estuvo el martes con el titular de la UFI 9. Allí llegó para solicitar una serie de medidas, además de designar una psicológa que será perita de parte para que estén presentes en las pericias psicológicas, cuyas fechas serán confirmadas en los próximos días.
Entre las medidas que pidió aparecen “un pericia arquitectónica dentro del jardín, para saber si hubo alguna obra que haya tapado el acceso directo desde la parroquia con el establecimiento educativo”; el llamado a declarar a padres que firmaron actas de reuniones que hubo en el jardín, cuyas copias facilitó al fiscal.
El sábado, el abogado habló en Sin Galera para dar la versión de la familia que hizo la primera denuncia en relación a lo que la Dra. Bisetti dijo a La Opinión la semana pasada, cuando informó que su investigación no avanzaba porque los padres no habían llevado a la víctima a la primera pericia psicológica.
“Desde que se hizo la denuncia, la fiscalía tardó 20 días para hacer una pericia física para constatar si había lesiones. Luego convocaron a una pericia psicológica, pero no quisieron dejar participar a un perito de parte. Luego, cuando el Fiscal General autorizó, tardaron meses en convocar a una nueva pericia y a la familia la notificaron 48 horas antes, y estaban de viaje”, por eso no pudieron asistir.
“Pareciera que desconfía que fuera cierto, que el tema les quema, le tienen miedo al poder eclesiástico, la verdad no sé qué es lo que pasa, pero en tres meses las investigaciones no avanzaron y le puedo asegurar que no es por responsabilidad de las víctimas”, se quejó en relación a la actuación de Bisetti.
La polémica en la comunidad religiosa
Desde la semana pasada, los comentarios en la calle y en las redes sociales no cesan. A favor o en contra, todos parecen obligados a tomar posición en una causa que, como absolutamente todas, tiene que investigar un presunto delito y a sus presuntos autores para determinar si hay elementos que permitan llevar el caso a juicio.
Entre los comentarios, sorprendió ver que quienes un día piden la pena de muerte sin sentencia para quien roba un celular, al grito de “hay que matarlos a todos”, se muestren, al fin, cautos y pidan que se deje actuar a la Justicia, que es lo que corresponde en todos los casos.
“Cuando hay una denuncia, a la víctima hay que acompañarla y a la denuncia hay que investigarla, siempre hay que creerle a la víctima, el primer razonamiento es por qué alguien iría a denunciar algo que es falso, y menos estar manipulando chicos de 3, 4, 5 años”, analizó el abogado Ariel Fusco.
El fiscal Granda se expresó en el mismo sentido. Advirtió que, al igual que en cualquier investigación que tiene a cargo, rige el principio de inocencia, y se comprometió a trabajar sin descanso para atribuir o deslindar responsabilidades, que es ni más ni menos que lo que hace o debería hacer siempre.
“Como voluntaria de la Comunidad católica de San Roque, quiero expresar públicamente mi dolor por lo que estamos atravesando. Creo también estar comunicando el pensamiento y sentimiento de muchos de los otros miembros y allegados. Somos muchos y preferimos llamarnos a silencio. Se viven momentos violentos, de disputas, de juzgamientos al azar sin medir las consecuencias. No deseamos ni queremos confrontar con nuestros hermanos”, posteó –es un fragmento– en su muro de Facebook la exdirectora de Turismo Marisa Corvalán, texto que fue replicado, comentado y apoyado por otras personas.
“Creemos en el correcto accionar de la ley y confiamos en la Justicia divina. Creo plenamente (particularmente mi persona) en el Padre Tulio, nuestro guía espiritual”, dice además el texto.
El padre Tulio ya no es representante legal del jardín, pero sigue al frente de la parroquia San Roque. El fin de semana, de hecho, presidió una ceremonia de enlace matrimonial.
Qué dijo el padre Tulio
El sacerdote no se expresó en los medios sobre las acusaciones que pesan sobre él. En la causa lo hará una vez que sea llamado a declaración indagatoria. En su muro de Facebook, el miércoles pasado hizo un posteo alusivo.
Compartió una nota de la agencia Télam sobre el Papa Francisco, en la que el Máximo Pontífice dijo que “las ofensas e injurias revelan la misma maldad que el asesinato”.
Sin aludir directamente, su posteo tiene varios destinatarios: en principio, y como hicieron saber sus fieles, los medios de comunicación que publicaron las novedades del caso, con La Opinión como revelador de la primicia; en segundo lugar, y quizás más importante, los padres que le confiaron el cuidado de sus hijos y lo denunciaron en la Justicia, en principio porque no tomó medidas precautorias cuando comenzaron a llegar los primeros datos a la comunidad educativa y se pidió a sus integrantes guardar silencio absoluto.
En su posteo, Tulio Mattiussi recibió decenas de mensajes de apoyo y acompañamiento.