El tema surgió a través de una inquietud de una oyente de La Radio. Su intención había sido comprar un simple y económico ventilador para aliviar el calor sofocante de las últimas tardes. Luego de analizar minuciosamente su presupuesto, la familia consultó precios en una de las mayores casas de electrodomésticos de la ciudad pero no pudo concretar la compra, ya que no había stock disponible como consecuencia de la restricción del gobierno y el límite impuesto para el ingreso de productos de origen extranjero. A esto se suma la demora en la llegada de los promocionados artículos de la línea blanca que desde el gobierno prometieron hace tiempo. Ante la situación, las empresas no saben cómo explicar a sus clientes lo del tope de importaciones e intentan superar el perjuicio por la falta de comercialización en todos sus niveles.
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