Identificaron el cuerpo calcinado: Se trata de Juan Carlos Coito
Según su documento, estaba domiciliado en San Lorenzo al 1400, aunque vivía en la calle y supo habitar un vagón del ferrocarril abandonado frente al puerto. Su cuerpo apareció calcinado este domingo alrededor de las 14.00 en un callejón ubicado antes de llegar al cementerio. Parcialmente quemado, estaba acostado en posición fetal al lado de una fogata. Las medias estaban intactas, la remera parcialmente quemada y del pantalón apenas había restos. Habrá autopsia par avanzar en la investigación.
La Justicia identificó a la persona que fue hallada calcinada en inmediaciones del cementerio este domingo alrededor de las 14.00, a cuyo cadáver la policía llegó luego de recibir un llamado al servicio de emergencias 101 con la novedad del hallazgo en el callejón ubicado antes de llegar al cementerio, detrás de la zona de nichos.
Se trata de Juan Carlos Coito, de 60 años, un "changarín indigente" que según su documento, que llevaba encima, estaba domiciliado en San Lorenzo al 1400, aunque no tenía vivienda fija. Según contaron familiares suyos a La Opinión "vivía vagando, no tenía relación con nadie" y "era pensionado".
Coito supo vivir en uno de los vagones del ferrocarril abandonados frente al puerto, que permanecieron allí hasta que comenzaron las obras de pavimentación de la bajada Néstor Kirchner. Por esa época protagonizó un episodio violento, cuando enfrentó a personas con un machete.
Su cuerpo fue hallado este domingo a las 14.00 y presumiblemente falleció entre las 6.00 y las 8.00 de la mañana. Las pericias y la autopsia que le practicarán al cadáver en San Nicolás permitirán avanzar en la investigación, que por lo pronto está caratulada com "averiguación de causales de muerte".
El cuerpo del hombre estaba acostado, en posición fetal, con una remera parcialmente quemada, un pantalón consumido por el fuego, la pierna derecha lesionada por la acción de las llamas y la izquierda prácticamente consumida desde la rodilla hacia arriba.
Al lado de la cabeza sin un solo pelo, había restos de una fogata. En ambos pies, el calcinado tenía puestos soquetes negros que estaban intactos al momento del hallazgo, por lo que el fuego no alcanzó a llegar hasta esa parte de su cuerpo. En las medias tenía restos de tierra.