Identidad: cuando la salud está en juego
Más allá de los problemas emocionales que provoca enterarse que no somos hijos biológicos ni adoptados sino que nos anotaron como propios los interrogantes se intensifican cuando la salud física da señales de alerta.
Ir al médico y que, ante los síntomas que podamos presentar o los resultados de los estudios no tengamos respuestas a la pregunta médica ¿antecedentes familiares? es una daga que nos atraviesa el pecho.
Mucho más cuando los que se enferman son nuestros hijos.
Hoy se habla mucho de la prevención aún de las enfermedades raras que tratadas a tiempo pueden mejorar la vida de las personas, sobrellevarlas con una mejor calidad de vida.
No todos tenemos la posibilidad económica de realizarnos un mapeo genético o tal vez lo hacemos cuando ya es tarde.
Los pactos de silencio familiares rara vez se rompen, ni aún en estos casos. Nos invade la deseperación y el enojo, entendible ante la impotencia de no poder ayudarnos, de no poder ayudar a nuestros hijos.
Hace poco más de una década que reclamamos por la Universalidad del Derecho a la Identidad. Porque a todos los seres humanos nos corresponde. Los adoptados tienen una mayor posibilidad al haber sido entregados legalmente y con un expediente para consultar. Nosotros no lo tenemos, nos cambiaron todos nuestros datos al nacer.
¿Qué hacer cuando el tiempo apremia y los médicos reclaman una respuesta para salvar una vida?
¿Alguien podrá ponerse en nuestro lugar?
Scioli cuando asumió como gobernador no lo hizo, dejó sin efecto el Programa Pcial. Reencuentros creado por su antecesor Felipe Solá.
La Subsecretaría de DDHH de CABA no considera nuestra problemática y Macri no solo no ha elaborado las políticas públicas que necesitamos sino que además no ha reglamentado la ley 2.202/06 Apertura de Archivos de Hospitales y Clìnicas Privadas que significa una ayuda muy importante para los nacidos en la Ciudad de Bs.As.
Qué decir de la Secretaría de DDHH de la Nación que en esta década ha negado la existencia de archivos y nos comparó a los “autos robados”.
En el Congreso de la Nación ingresaron 4 proyectos de ley pero dependemos del Bloque mayoritario (FPV) para que sean incorporados en agenda. Y siempre se mostraron indiferentes.
La Constitución Nacional y los Pactos Internacionales reconocen nuestro Derecho a la Identidad.
Y cuando está en juego la salud violan otro Derecho Humano.
La Identidad no puede ser manipulada políticamente, ningún Derecho Humano.
Y no somos casos aislados, somos muchos, demasiados y de todas las edades.
¿Acaso tenemos que pagar el precio de haber nacido en un año políticamente incorrecto?
Graciela Palma Arizaga (Ciudadana sin Identidad)
DNI (con datos falsos) 16.496.527
palmagraciela@gmail.com