Iban a rendir examen para el Servicio Penitenciario y secuestraron el vehículo que habían contratado
La semana pasada, un grupo de aspirantes a guardiacárcel tenía que ir a rendir a La Plata. Para viajar, contrataron una combi. Cuando pasaron el peaje de Hudson, un control de Gendarmería retuvo el vehículo porque no estaba habilitado. Una odisea para llegar a la academia y regresar a San Pedro.
Unos 15 sampedrinos aspirantes a agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense vivieron una verdadera odisea la semana pasada cuando viajaron a La Plata para rendir un examen psicológico relacionado con la posibilidad de ingresar a esa fuerza.
Los futuros guardiacárceles contrataron un servicio de transporte para viajar a la capital bonaerense, pero en el camino la Gendarmería secuestró la combi en la que viajaban y tuvieron que contratar remises para llegar a destino y otros servicios para regresar a San Pedro, un gasto que no tenían contemplado y al que no todos podían acceder.
"Teníamos que presentarnos a las 7.00 de la mañana en la escuela de cadetes en La Plata, hablamos con un hombre que hace viajes, lo conociamos, le preguntamos si tenía todos los papeles y nos dijo que sí. Salimos a la 1.00 de la mañana y cuando pasamos el último peaje, de Hudson, ya para entrar a La Plata, nos paró Gendarmería y la CNRT, le pidieron los papeles y resulta que le faltaba la habilitación para trasladar pasajeros" contó Paola, una de las sampedrinas que viajó.
"Uno de la CNRT nos preguntó cuánto habíamos pagado y si sabíamos que estábamos viajando ilegalmente y que no teníamos seguro si nos pasaba algo", agregó la joven. Los responsables del control los llevaron hasta una estación de servicio, donde los dejaron para que buscaran cómo seguir viaje.
"Bajamos en esa estación de servicio, preguntamos y resulta que no paraba ningún colectivo, tuvimos que caminar dos kilómetros por la orilla de la autopista y cruzar de carril, en otra estación de servicio nos dieron un número para llamar a un remis, cuatro se fueron en un Uber y el resto en remis", contó Paola.
El dueño de la combi que habían contratado se fue a Capital a intentar recuperar su vehículo y "con la promesa de llamarnos para avisarnos si había podido recuperar la combi o, si no, nos iba a enviar otra combi a buscarnos. Nunca nos llamó ni mandó mensajes ni nada".
"Etábamos como a 40, 50 km de llegar a la escuela, nos cobraron 1300 pesos cada remis, pero logramos llegar a las 7.10 a la escuela. Rendimos y salimos a las 12.30, lo llamamos a este hombre y nos dijo que tenía 30 personas adelante, que cuando terminara nos iba a llamar", relató la vocera del grupo.
"Hubo cuatro chicos que se vinieron en Rucar, porque la familia les podía pagar el pasaje, otros no tenían dinero y lo poco que tenían lo gastamos en el remis. Íbamos al examen psicológico, por suerte salimos todos bien. Tuvimos que tomar dos colectivos para llegar a Retiro y nos volvimos en tren", añadió.