Homicidio en Ramallo: investigan si Almirón asesinó a otros menores

Tras la aparición sin vida de Priscila Ayelén Schneider de 12 años, la Justicia trata de establecer los puntos estratégicos de una historia que sin dudas es tan trágica como enigmática.
Justamente, por las alternativas que fue presentando con el paso de las horas, la forma en que fue hallado el principal involucrado y los antecedentes que aún restan establecer.
Seguramente, Ramón Almirón (58 años) pasará el resto de su vida en la cárcel, pues evidentemente ése es el final que ideó para el resto de sus días. Es por eso que con lo acontecido la semana pasada se reaniman las cenizas que para la Justicia ya estaban sepultadas y tienen que ver con otras causas que también involucraban al depravado sujeto pero que por no poder probarlo, la Justicia decidió dejar en libertad.
Que una persona con graves antecedentes pueda deambular por la vía pública sin que nadie se lo impida, o aun peor, tener que soportar que la madre de la menor denuncie su ausencia tres días después, cuando ella misma aceptó que su pequeña hija se fuera con el tío abuelo.
En este caso que tuvo un desenlace fatal el pasado jueves, la niña de 12 años, Priscila Ayelén Schneider, vivía con sus padres en San Nicolás, y se había ido el jueves Santo a pasar el fin de semana largo de Pascuas junto a Almirón, con la autorización de sus progenitores.
El acusado, que residía en Ramallo, aseguró que la llevaría al conurbano bonaerense a visitar otros parientes, y se comunicó por última vez con la familia el sábado a la noche, cuando les dijo que al día siguiente la llevaría de regreso pero no lo hizo. Lo particular del caso es que su madre recién denunció el miércoles su desaparición.
Hubo operativos en toda la zona, incluido San Pedro, pero el viernes, al día siguiente de haber sido hallado el cuerpo de la niña, pasadas las 13:30 horas, personal policial de la localidad de Luján, logró capturarlo mientras se encontraba rezando en la basílica de Luján. Previamente había sido visto en la localidad de Avellaneda y Pergamino, el día anterior.
Mientras se investiga lo acontecido en Ramallo, la Justicia buscará establecer si Almirón fue autor de otros hechos de los cuales siempre se sospechó y hasta se lo involucró, aunque nunca se logró comprobar la participación. El hombre estuvo detenido y luego fue liberado, por su presunta vinculación al crimen de Débora Giselle González de 12 años, quien desapareció el 2 de mayo de 2007 y el 31 de ese mismo mes apareció asesinada y con signos de abuso, cerca de las vías ferroviarias, en San Nicolás.
La otra causa en la que estuvo involucrado fue por el abuso a otro menor, de la que también fue absuelto al no podérselo comprobar.

La noticia
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El lunes Ramón Almirón se negó a declarar ante el Fiscal Jorge Leverato en la primera entrevista que tuvo con el profesional. Al hombre se le imputa el delito de Homicidio agravado por el vínculo, y estaba detenido en la DDI de San Nicolás, hasta que ayer fue trasladado a la Unidad Penal Nº 3, con prisión preventiva.
El sospechoso era buscado desde el domingo 24 de abril cuando escapó del Hospital San Felipe, pero se intensificó la misma cuando se comenzaron a atar cabos tras el crimen.
Uno de los primeros lugares que se revisó fue su precaria vivienda de Ramallo, donde se encontró una carta supuestamente escrita por él en la que se leían frases como “estamos cansados de vivir en esta situación” y “ya no aguantamos más”, desnudando una relación mucho más cercana a la menor, quizás ignorada por los demás.
Se especula con que el asesinato de la menor se haya producido el mismo sábado 23. Esto se desprende desde que se conocieron los resultados de la autopsia, ya que la misma determinó que la muerte se había producido como mínimo tres días antes de ser hallada a la vera de un camino vecinal que conduce al paraje El Paraíso.
Almirón había sido hallado por un lugareño el mismo sábado, malherido y presentando varios cortes en distintas partes de su cuerpo. El vecino lo trasladó hasta el Hospital de la ciudad de Ramallo pero luego fue alojado en el Hospital San Felipe de San Nicolás. Allí se le efectuaron las curaciones correspondientes y a la hora de ser entrevistado nunca contó qué le había pasado aduciendo no recordar nada. Al día siguiente, se escapó.
Con el correr de las horas se pudo saber que el vecino que lo halló herido y lo auxilió ese día aseguró que esa situación se produjo a tan solo 80 metros de donde se encontró el jueves el cuerpo de Priscila Schneider. De allí que se especula con que Almirón estaba herido y hasta habría intentado quitarse la vida, porque ya había asesinado a la menor y que ésta se habría defendido hasta lastimarlo. En el lugar donde fue hallada la niña encontraron el arma que habría utilizado.