Historias de laburantes: la cultura del trabajo hizo que nunca me faltara nada
Estas son algunas de las historias de laburantes que contaron los participantes del sorteo de Lo de Urbano y Sin Galera para el Día del Trabajador. Juan Pedro Ramírez contó sus comienzos, a los 5, ayudando ordeñando vacas en la isla con su mamá y vendiendo leche a caballo.
Empecé a trabajar a los 5 años, iba con mi mamá a la isla a ordeñar las vacas y volvíamos, me subía al caballo a vender la leche.
Luego a los nueve años ya trabajaba en una panadería y así la ayudaba a mi madre con el pan para mis hermanos, que somos siete varones.
Mi mamá era enfermera del Hospital San Felipe y yo seguí siempre con la familia, dueños de la panadería. Luego entré a trabajar en Somisa, mientras mi mamá y mi padre, que era policía de islas, se pudieron hacer su casita en la ciudad. Ya no vivían en la orilla del río.
Me logré hacer mi casa también y con esa cultura también mis hermanos siguieron trabajando y estudiando. Nunca nos faltó nada para criar a nuestros hijos. Hoy la vida me trajo a vivir a esta hermosa ciudad de San Pedro. En la foto, mi familia comiendo un asado en la isla.
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