Higgins es mi nombre ¿se acuerda?
A la distancia y en medio de una situación política altamente conflictiva ya nadie recuerda a aquel curioso jamaiquino que recorrió nuestras tierras a finales del año pasado. Sus andanzas siguen haciendo mella y dando de que hablar. Acorralado en Argentina, encerrado en Dubai.
En los comienzos del mes de Abril la ciudad de Mar del Plata empieza a sentirse cada vez más gélida. El viento proveniente del océano atlántico les marca a sus habitantes que aquellos días de verano ya pasaron y con ellos se fue la euforia del aluvión de turistas que coloreaban sus calles.
Sin embargo, cerca del Estadio Mundialista, las miradas que se dirigen hacia el mar tienen otra razón de ser. Un signo de interrogación dibujado en sus pupilas indaga punzante. ¿Dónde habrán ido a parar nuestras ilusiones? Es que hace pocos meses, con una fiesta a todo trapo plagada de artistas internacionales, habían logrado su sueño. Jugar al fútbol cerca de Maradona. Los chicos que habían participado de la primera ronda de World Football Idol sufrieron el desplante de que la promesa de la segunda fase fuera incumplida.
El principal responsable, Max Higgins, jamás volvió de sus viajes a Dubai. Aquí en Buenos Aires ya no queda nada de lo que era su entorno. Sólo perviven las causas judiciales. Por un lado las que sostiene su mujer, Sandra Zapata, por violencia familiar y por el otro, la que lleva en su contra la firma DISNEY, por utilización de marca. Además, por el mundo, las incontables causas por fraudes, estafas y demás ilícitos que ha dejado en suspenso.
Esta semana, este medio logró que Diego, aquel quién fuera el secretario personal del excéntrico empresario, rompiera el silencio. Nuestra última referencia era su viaje a Dubai y el planeado regreso para llevar a cabo la segunda fase de World Football Idol programada para principios de Abril. Su secretario nos confirmó que eso jamás pasó. Era un día como cualquier otro en la vida de Diego de los últimos meses. Se puso su traje gris y salió de su casa en dirección a las oficinas cómodamente ubicadas en Puerto Madero. Pero lamentablemente para él, no iba a ser una jornada más. Cerca del mediodía los dueños del espacio que alquilaban le pidieron que desalojen las oficinas. El contrato había caducado por falta de pago. Cristina, traductora, abogada, escribana y mano derecha del falso millonario le propinó una peor noticia, Diego estaba siendo despedido.
Las consultas legales no se hicieron esperar y de nada sirvió el desfile por los diferentes estudios jurídicos. El ahora ex-secretario personal de Max Higgins no tenía a nada ni a nadie a quien hacerle juicio. Las empresas habían desaparecido y las pocas que quedaban no tenían respaldo y la única persona a la que se podía someter a juicio no estaba en el país. Pero ¿Dónde estaba el jamaiquino? Luego de varias averiguaciones, Diego obtuvo un trascendido de que estaría preso en Dubai. Ahí terminaban todas sus ilusiones de cobrar una indemnización y la historia del sueño imposible de lo irreal.
Mientras tanto aquellas personas que aportaron con mayor o menor protagonismo a esta historia en este lado del mundo continúan involucradas en cuestiones que son importantes secuelas de la relación que mantuvieron con este extraño individuo caribeño.
La secretaría del Dr. De Felipe, recibió en su despacho al dueño de la inmobiliaria que realizó la transacción por la que el jamaiquino se adjudicó los terrenos en Vuelta de Obligado. Hugo Frangi fue a declarar para responder a varias preguntas, entre las cuales la más importante es la que todavía desvela a la Justicia Federal: ¿cómo obtuvo Max Higgins el famoso campo camino a obligado, y quién es Sassón, su supuesto titular?
Fuentes allegadas a la causa, confirmaron que, según el testimonio del martillero, sería su ex empleado Martín Veiga el responsable del contacto entre Sassón y Max Higgins. En base a estas declaraciones, es que la Justicia citó a indagatoria para el día de mañana al Sr. Veiga, dado que Frangi habría declarado haber sido traicionado por este y no conocer al Sr. Sassón.
En materia de investigaciones, se sigue buscando a Higgins, ya que no se lo puede notificar para ser citado. Su abogado Hugo Lima, presentó un escrito en el que manifiesta no tener contacto con el “desaparecido” y presunto detenido en Dubai. Igualmente, esto no es todo, ya que lo más impresionante, es lo aportado por la Organización internacional de la policía (INTERPOL), donde luego de consultas judiciales sobre su situación, un informe de asuntos internos reveló que hasta la fecha no hay un pedido de captura en contra de Sir Emile Maxim St. Patrick Higgins.
Del paradero de Sandra Zapata, la ex mujer de Higgins, se sabe muy poco. Ya no atiende el teléfono de su casa y hace bastante que no se la ve por el lujoso barrio de Puerto Madero. Sus últimas declaraciones daban cuenta de su difícil situación económica, con lo cual sería lógico que se haya mudado a un lugar menos costoso. La causa que entabló en contra de su marido por violencia familiar debería llevar por estos días un anexo con un juicio por cuota alimentaría ya que jamás percibió de él ni un centavo en este sentido. Recordemos que el jamaiquino ni siquiera llegó a conocer a su hija.
Es esta una historia con fisuras desde el comienzo y que mantiene a varios, con grandes expectativas sobre su evolución. Es que hay muchísima gente en la República Argentina, involucrada en causas judiciales, deudas y un sin fin de situaciones que no se detendrán mágicamente por la misteriosa desaparición del personaje principal. Queda mucho camino por recorrer, una enorme cantidad de problemas que resolver y un sin fin de preguntas por responder.