Hasta la última gota de sangre
Durante la fallida sesión por falta de quórum, el presidente interino Norbero Atrip firmó un decreto para que se les descuente el 50 por ciento de la dieta a los ausentes. Los ediles elevaron queja formal y la legislación vigente los asiste. Quienes reclaman parecen ávidos por hacerse del máximo dinero posible antes del 10 de Diciembre en un municipio fundido.
Casi al grito de “no me toquen el bolsillo”, los concejales Mario Sánchez Negrete, Sergio Rosa, Liliana Adrover, Elisa Ferraro, Juan Almada, Iván Paz, Lorena Salazar, Fernando Nouet y Martín Noseda elevaron una nota al presidente del HCD Mario Barbieri para que declare la nulidad del decreto firmado por el titular interino Noberto Atrip mediante el que se les descuenta el 50 por ciento de la dieta por haberse ausentado durante la sesión del 24 de septiembre que intentó retomarse los días 25 y 26 y recién pudo llevarse adelante el 1 de octubre.
Atrip, que había enviado a la policía a buscar a los concejales, de acuerdo a lo que establecen la Ley Orgánica y el Reglamento interno, firmó el decreto y lo elevó al Ejecutivo para que disponga el descuento. En el área de Personal, liquidarán las dietas la semana que viene.
“Nosotros vamos a descontar salvo que envíen otro decreto anulando el anterior. Es potestad del presidente informar esto”, dijo el Secretario de Economía Roberto Borgo ante la consulta de La Opinión luego de presentado el reclamo.
En su presentación, los “ausentes” le piden a Barbieri que deje sin efecto el decreto de Atrip, al que consideran nulo. En sus argumentos señalan que no hubo “falta injustificada” la sesión, como establece la Ley para hacer efectivo el descuento, ya que no faltaron sino que se retiraron para no reanudar.
El reglamento interno del HCD local señala en su artículo 8 que ”cuando algún Concejal se hiciere notar por su inasistencia, el Presidente lo comunicará al Honorable Concejo, para que éste adopte la resolución que estime conveniente”, por lo que establece que es el cuerpo y no su presidente el que debe decidir.
Hay una cuenta clara que le pone precio al trabajo de un concejal que asume por cuatro años. Un edil que cumple su período le habrá costado al municipio incluyendo aportes, contribuciones, aguinaldo y obra social, más de medio millón de pesos.