Hantavirus: el paciente sampedrino ya está en su casa y pide colaboración para mejorar las instalaciones
Armando Espíndola fue dado de alta en la clínica Constituyentes, donde estuvo internado tras ser derivado desde el sanatorio Coopser. Recibió a La Opinión en su casa y contó cómo fueron los días desde que volvió de Entre Ríos, donde trabaja, y comenzó con la fiebre alta. Ahoa tiene que estar 15 días en reposo absoluto y calcula que recién podrá volver a trabajar en tres meses. Tiene que hacer arreglos en su casa para evitar situaciones que puedan derivar en una recaída, por lo que pidió colaboración, ya que sólo estuvo en su domicilio el personal de Bromatología.
El paciente sampedrino que sufrió hantavirus, Armando Espíndola, de 41 años, ya fue dado de alta médica en la clínica Constituyentes de Morón, donde fue derivado desde el sanatorio Coopser, y permanece en su casa, de reposo absoluto y en proceso de recuperación.
Allí, en su domicilio de Tucumán y Combate de Obligado, junto a su esposa, su suegra y sus pequeños hijos, Armandro recibió a La Opinión & Sin Galera para contar cómo fueron los días en los que estuvo internado con un cuadro febril que podría haberle costado la vida.
Espíndola trabaja en Entre Ríos, en tareas de cableado, y por su trabajo estuvo en un galpón, donde presumiblemete tuvo el contacto con los fluidos de roedores que transmiten el hantavirus. Al otro día de regresar desde esa provincia, para las fiestas de fin de año, comenzó con los síntomsas.
"Me empezó a dar vómitos, dolor de cabeza, mucha fiebre, dolor de cuerpo y quería estar en la cama nomás, no tenía hambre, estuve un montón de días sin comer", contó el paciente, sentado en la cocina de su casa, donde llegó el viernes por la tarde.
"Fui al hospital y me dijeron que tenía dolor de garganta, me mandaron a mi casa. después no aguanté más y me interné en la clínica, y me trasladaron", relató y agregó: "No aguantaba más. A Mrón llegué peor, grave, después me enteré que era esta enfermedad, yo pensé que era neumonía".
Armando Espíndola tiene que hacer 15 días de reposo absoluto y, según señaló su suegra, Verónica, le dijeron que "después va a tener tres meses hasta que pueda manejarse normalmente". Tiene que cuidarse. "Ayer se cayó dos o tres veces", agregó la señora.
En su trabajo, el paciente no está registrado, por lo que no goza de licencia médica paga. Es decir que en su hogar no hay ingresos de ningún tipo desde que él está convaleciente, ya que su pareja no trabaja puesto que los niños son muy pequeños.
"Yo quería pedir si nos podía ayudar para acomodar mi casa, yo quedé sin trabajar y se hace más difícil todavía, mi señora no trabaja porque los chicos son chiquitos, nos están ayudando familiares y eso", dijo Espíndola este sábado.
En su casa, contó, no se presentó personal de Desarrollo Humano para verificar la situación familiar o consultar si necesitan alimentos o si los niños están en buenas condiciones. Quienes sí estuvieron fueron los empleados del área de Bromatología.
El equipo de Saverio Gutiérrez informó a la familia que hay que tener precaución porque en esa zona de barrancas suele haber roedores. "Dijo que hay que acomodar toda la casa. Nos dijeron que limpiemos todo los días con lavandina, por todos lados", contó Armando.
Verónica, su suegra, agregó: "nos dijeron que había que hacer las cargas de los techos y revocar, porque está lleno de ratones, de ratas, limpiamos todo y sacamos meada de laucha y caca de laucha".
Por ello, pidió colaboración. "Necesitamos que nos den una mano con los materiales, porque él tiene que estar tres meses sin hacer nada. Acá hay mucha humedad, se llueve todo, él tiene problemas en los pulmones".
En ese sentido, añadió: "Apelamos a la voluntad de la gente y a Desarrollo Humano. Acá hay bebés, chicos chiquitos, y necesitamos tapar para que los bichos no entren".