Grobocopatel ya opera en el puerto de San Pedro
La empresa Grobocopatel Hermanos –la otra mitad de la división de la familia que derivó en la creación del grupo Los Grobo– firmó un acuerdo de derivación con exclusividad con Terminal Puerto San Pedro y ya comenzó a operar. Prevén obras para ampliar la capacidad de almacenaje y que ello redunde en más trabajo. “San Pedro ahora es un puerto verde”, aseguraron.
Desde principios de abril, la empresa Grobocopatel Hermanos opera en el puerto de San Pedro. A través de un contrato de derivación en exclusividad con Servicios Portuarios S.A.–grupo al que pertenece Terminal Puerto San Pedro S. A.–, el nombre de la soja en el país trabajará en la ciudad, en principio por un lapso de diez años.
En Terminal Puerto San Pedro todo sigue más o menos igual: el personal, la empresa a cargo, etc. La diferencia es que todo lo que hacen desde ahora es para Grobocopatel Hermanos, la otra empresa que, junto con Los Grobo, forman parte del entramado familiar que, con base en Carlos Casares, transformaron la producción agropecuaria en el país.
Hay una perspectiva de incremento de movimiento portuario y tanto entre el personal como entre quienes conocen la actividad hay una cierta expectativa respecto del futuro.
El puerto verde de Grobocopatel
La Opinión solicitó una entrevista con las autoridades de la compañía que fundó Jorge Grobocopatel, tío de Gustavo (conocido como el “rey de la soja”). “La política de la empresa no es dar notas”, advirtieron. Así fue. María Cecilia Pérez fue la vocera que informó que no habría entrevista, pero amablemente ofreció algunos detalles de la situación.
Lo primero que explicó fue que todas las instalaciones siguen siendo de Servicios Portuarios y que no hay un “alquiler”, como plantearon algunas versiones, sino que se trata de un “acuerdo de derivación con exclusividad” por 10 años.
“Por lo cual todo lo que se eleve, todo lo que pase por (Terminal Puerto) San Pedro es de Grobocopatel”, precisó la vocera.
Desde Grobocopatel Hermanos consideraron que el punto más relevante es que, desde ahora, “el puerto de San Pedro es un puerto verde: sólo se van a comercializar productos orgánicos, no transgénicos, como la soja que se está cargando en este momento”.
“Hay otros productos no modificados genéticamente como el arroz, pero cualquier cosa, fruta y todo lo demás, será no transgénico y orgánico, que es lo que le da el carácter de puerto verde”, detallaron.
Grobocopatel Hermanos está asociada con Kumagro S. A., reconocida firma de procesamiento y exportación de soja no transgénica, cuya sede y plantas de procesamiento están ubicadas en la ciudad de Carmen de Areco.
La empresa tiene un plan de obras de aquí a fin de año, que incluye impermeabilización de silos, reparación de muros y calles, más otros trabajos para que “la terminal esté en las condiciones que necesita la operatividad”.
Grobocopatel, el apellido de la soja.
El apellido Grobocopatel es en la Argentina sinónimo de soja. Se lo deben a Gustavo, el ingeniero agrónomo que revolucionó la producción sojera en el país con la empresa que fundó en 1983 junto a su padre, Adolfo: Los Grobo.
Pero además, Grobocopatel es el nombre del acopio. Y no por Los Grobo sino por Grobocopatel Hermanos, la firma con la que Jorge, hermano de Adolfo y tío de Gustavo, mantuvo la tradición familiar que lo llevó a ser reconocido como el titular de la mayor planta de silos de América Latina.
La familia Grobocopatel comenzó su trayectoria en la Argentina cuando Abraham, inmigrante judío de la zona de Besarabia, llegó al país en 1912, con el segundo contingente de la Jewish Colonisation Association del Barón
Hirsch. Su hijo Bernardo logró comprar tierras. Sus nietos, Adolfo y Jorge, extendieron las hectáreas propias, ahorraron en vacas y comenzaron a acopiar granos para procesar y comercializar.
La sociedad se rompió cuando a mediados de los 80, el ingeniero agrónomo, profesor e investigador en la Universidad de Buenos Aires Gustavo Grobocopatel convenció a su padre de dar los primeros pasos de lo que luego sería reconocido en el mundo como “el toyotismo en la agricultura”.
Esa ruptura bifurcó la historia de los Grobocopatel. Las dos partes estuvieron 25 años sin hablarse. Por un lado, Los Grobo: la modernización, la soja transgénica, la siembra directa, la “modernización” de la agricultura. Por el otro, Jorge continuó con Grobocopatel Hermanos, a la que transformó en líder en la comercialización y en el acopio de cereales y oleaginosas, con más de 180.000 toneladas de capacidad estática en la actualidad.
Grobocopatel Hermanos, que ahora también forma parte del panorama empresarial local –Los Grobo tiene sede en Ruta 191 hace varios años–, posee plantas de silos en diversos puntos de la provincia y opera en puertos como los de Rosario, Bahía Blanca y Necochea.
Sus plantas de acopio están en Carlos Casares, donde empezó toda la historia, y en Laplacette, partido de Junín. En Rojas, además, tienen oficinas comerciales.
La estancia La Indufina es el campo insignia de la familia de Jorge Grobocopatel, que produce en tierras propias y arrendadas. Los granos de su producción representan un porcentaje importante del total, junto a la venta y manipuleo de granos de terceros. Agroinsumos, combustibles y lubricantes, y semillas también forman parte de su red de negocios, aunque representan una parte menor del total de su facturación.
El primer barco de soja no transgénica
Desde hace unos días opera en el muelle elevador del puerto local el buque de bandera malta Nordtajo. Con 179,97 metros de eslora y procedente de Rio Grand, Brasil, tiene como destino Rusia. Allí llevará las 3.200 toneladas de porotos de soja que cargará en San Pedro. Se trata del primer cargamento desde que Grobocopatel Hermanos opera en la temrinal portuaria local. El primero de soja no transgénica.
“La perspectiva es que aumente el trabajo”
“Por lo que tenemos entendido, la perspectiva es incrementar en 200 mil toneladas la carga de la terminal”, dijo a La Opinión el sindicalista de Fempinra y concejal de Cambiemos Matías Franco.
“Ellos manejan mucho cereal orgánico, que tiene un mercado muy interesante. Se están reacomodando algunos procesos, están haciendo algunas obras y se notó el movimiento”, agregó.
El delegado del sindicato de Marina Mercante –al que están afiliados los empleados de Terminal Puerto San Pedro– indicó que en materia de personal “todo sigue igual”, incluido el de gerenciamiento. “La idea es seguir trabajando de la misma manera y que mejore el trabajo”, explicó.
Grobocopatel Hermanos envió un grupo de coordinadores para interiorizarse sobre el funcionamiento de la terminal local, pero el plan sería que todo funcione como estaba.
Sus planes consisten en ampliar la capacidad del elevador para aumentar el caudal de tonelaje, lo que, explicaron los sindicalistas, implica “aumentar el trabajo”.