Papi, te digo gracias por ser parte de tu vida, por saber que tú me quieres sin sospechas ni mentiras.
Gracias por protegerme cuando siento mucho miedo y sabiendo que estás vos, yo me siento muy contento.
Yo estoy un poco travieso cuando llegas de trabajar y aunque te sentís cansado, vos igual me soportas.
Tengo cosas en mi mente que jamás voy a olvidar, la calesita, la plaza, vos del brazo con mamá.
Te levantas a la mañana, mudo y sin chistar, tenés tus obligaciones de que hay que laburar.
Yo me siento orgulloso del papá que Dios me dio, duro como el quebracho y puntual como un reloj.
Dejame decirte algo que siempre quise decir, yo soy parte de tu sangre, la que me hace vivir.
Nunca me dejes papito, siempre te necesitaré, para escuchar tus consejos de todo lo que no sé.
Gracias por comprenderme el día que estoy muy mal, gracias por consolarme cuando me reta mamá.
Gracias por comprenderme cuando te quiero explicar, que me peleé con mi novia y no la puedo olvidar.
Gracias por todo esto y por todo en general,
gracias por educarme desde el principio al final.
Hoy agacho la cabeza y te pido mil perdones
por macanas que me mando, pero tienen solución.
Los tiempos pasan volando, los años vienen y van, tenés canas, ya sos viejo, pero no lo demostrás.
Gracias por ese reto que me diste preocupado,
cuando me puse celoso… había nacido mi hermano.
En este día del padre yo te quiero homenajear, decirte “gracias papito” y te quiero de verdad.
Feliz Día Pa.
Angel Gustavo Figueroa
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