Gonzalo Ávila, acusado de abuso en un hotel céntrico, tiene una causa por “pedófilo” en Monte Grande, su ciudad natal
Falso empresario "vicepresidente de una multinacional", Gonzálo Ávila está detenido acusado de abusar sexualmente de un adolescente tras compartir una noche con otros jóvenes en las que, como hacía habitualmente en bares y boliches de San Pedro, pagó todo lo que consumieron. En Monte Grande, ciudad donde nació y reside, tiene una causa penal en su contra por haber mantenido una "relación" con un chico de 14 años cuya familia lo denunció "por abusador y pedófilo".
El caso del falso empresario millonario que está detenido por abusar sexualmente de un chico de 17 años en un hotel céntrico de la ciudad tras compartir una noche de bares y boliches con un grupo de adolescentes sigue sumando ramificaciones.
A la revelación que hizo este medio sobre sus mentiras respecto de su condición de “vicepresidente de una multinacional” y una vida de lujos, rodeada de amistades con famosos, se suma ahora una causa penal radicada en su ciudad natal, Monte Grande, cabecera del partido de Esteban Echeverría.
Una denuncia penal de enero de 2015 acusa a Adrián González Ávila de “abusador” y pedófilo”.
Fue radicada por la madre de un adolescente que en ese entonces tenía un 15 años y que, según logró reconstruir La Opinión, mantuvo una “relación” con el imputado, que en ese momento tenía 22 años, es decir que se el vínculo tenía características de abuso, por la edad de los involucrados.
La mujer notó que Ávila rondaba su casa y hasta lo había isto en inmediaciones del colegio donde asistía su hijo. Prestó atención y se dio cuenta de que lo miraba mucho. Sospecho y le preguntó, pero él le dijo que lo conocía “de la escuela”. Fue la hermana del adolescente la que logró obtener los datos que desembocaron en la denuncia.
El chico le contó que tenía “una relación sentimental” con Gonzálo Ávila.
Cuando le refirió las características del “noviazgo”, le dijo que cuando salía con una chica, Ávila lo presionó para que la dejara y volviera con él. Hasta le dijo que había estado internado y con estrés a raíz de lo que ocurría, a modo de presión..
En Twitter, la hermana del adolescente descubró que Ávila tenía una cuenta bajo el nombre “Gonzi Günter” donde publicaba fotos con el chico y aludía a su relación. Hasta descubrieron que alguna vez ambos viajaron en avión a Mar del Plata a pasar el día, otras veces a Capital Federal y que el imputado le permitía al joven manejar su automóvil.
La madre radicó la denuncia porque consideró que su hijo era manipulado y presionado. Además, señaló que la relación entre ambos no podía ser consentida, lo que además establece la legislación vigente, y pidió una restricción perimetral en los tribunales de Lomas de Zamora, que tiene jurisdicción en la zona del conurbano donde residen.
La hermana de la víctima fue convocada a prestar declaración testimonial esa misma semana. Allí ratificó lo que su madre contó y reveló que el adolescente le dijo que estaba “muy atemorizado”, que “no quería salir solo a la calle” y que Ávila le había planteado al joven que debería “darle un susto” a ella para “sacarla del camino”.
En la denuncia consta que Ávila vive en la calle Rosario al 300, de Monte Grande, partido de Esteban Echeverría, el mismo domicilio que expresó en su indagatoria ante la fiscala Viviani por el caso de abuso sexual en el hotel Eser, y que este medio reveló como un barrio de familias trabajadoras que nada tienen que ver con la vida de lujos que aseguraba tener.
En el perfil de Twitter “Gonzi Günter”, Gonzálo Ávila no era “empresario de una multinacional petrolera”, como sostiene en su cuenta actual, pero también aseguraba ser “del jet set”, rico y famoso.
Decía que era escritor, modelo, compositor, cantante, “ejecutivo de TyC Sports” y estudiante de abogacía en una universidad privada.
Cuando solicitó la restricción perimetral, la madre del adolescente dejó asentado que cuando la denominada “relación sentimental” por decisión de su hijo, Gonzalo Ávila “al no aceptar” comenzó a “hostigar y a amenazar” al joven “ejerciendo violencia verbal y psicológica”, que provocó hasta el deseo manifestado a sus padres de mudarse de Monte Grande.
El Juzgado interviniente hizo lugar a la solicitud de la familia y ordenó la exclusión perimetral así como el cese de hostigamiento y ordenó que comparezca ante el juez. Sin embargo, desde aquellos años hasta ahora nunca fueron notificados respecto de cómo continuó la causa penal. Tampoco supiero más de él, hasta ahora.
La “relación” o mejor dicho situación de abuso entre Gonzálo Ávila y el adolescente de Monte Grande se mantuvo durante casi un año, entre fines de 2013 y fines de 2014, mientras el joven tenía entre 14 y 15 años.
“Además de abusador es un pedófilo. Sus víctimas son siempre varones menores de edad”, dijeron allegados a la familia denunciante.
Amenazas, mentiras, fábulas grandilocuentes como las que expresaba en sus andanzas en San Pedro y hasta el uso de un arma de fuego, que resultó ser una réplica, para intimidar forman parte de esta historia que a partir de la denuncia en San Pedro llegó a la redacción de La Opinión.
Entre las capturas de Twitter que la hermana de la víctima del partido de Esteban Echeverría recopiló a fines de 2014 y principios de 2015 aparece una persona de San Pedro que le advierte por una situación con un menor residente en la ciudad, cuyo testimonio también podría sumar a esta causa.
“Este tipo le manda mensajes a menores diciendo que los ama. Mi hijo tiene 13 años y es una de esas víctimas. ¡Pedófilo del orto!”.
Eso dice el mensaje capturado por la familia de Monte Grande y que ya no existe en esa red social, donde Ávila borró el perfil “Gonzi Günter”, otro que se llamaba “GonzaaAvila” y tiene activo el que usaba hasta ahora, “GonziAvilaOk”.
Cuando radicaron la denuncia, los padres de Ávila fueron a la casa de la familia del adolescente, sorprendidos por lo ocurrido. Allí, revelaron allegados, les contaron que tenía algún tipo de padecimiento relacionado con la salud mental.
En San Pedro, a los empresarios de la noche con los que se relacionaba les dijo que era hijo de una senadora y de un juez, aunque La Opinión, con los nombres de sus progenitores, confirmó que era otra mentira, puesto que no había legisladora ni magistrado que coincidieran.
Desde Monte Grande informaron que su madre es empleada doméstica y su padre cocinero en un restaurante.
En el momento de radicar la denuncia, la familia de la víctima no tenía un buen pasar económico como para contratar a un abogado, por lo que no contaron con patrocinio particular para hacer seguimiento de la causa. La aparición del nombre de Gonzálo Ávila les revivió aquel sufrimiento.
Se enteraron por La Opinión que fue detenido por abuso sexual con acceso carnal tras la denuncia de un joven de 17 años que relató cómo lo invitó a él y a otros amigos a cenar y beber en bares y boliches, para luego llevarlos al hotel Eser, donde se alojaba.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión