Golpearon a una mujer de 80 años
En un confuso episodio, la mujer fue atacada en su precaria vivienda ubicada en Dávila y 11 de Septiembre en la madrugada del domingo. Según su versión, un sujeto le pidió dinero y como no tenía, la golpeó con un palo en el rostro.
Un hecho brutal ocurrió este fin de semana, cuando una anciana fue atacada en plena noche por un sujeto que habría intentado robarle. El caso resulta indignante porque se trata de otro ataque a personas de edad indefensas.
La víctima tiene 80 años, y fue sorprendida alrededor de la una de la mañana del domingo por un sujeto que sería joven, según pudo describir la propia mujer. En su relato algo confuso, indicó que a esa hora se encontraba durmiendo en la precaria vivienda ubicada en Dávila al 600, casi 11 de Septiembre, cuando alguien golpeó su ventana. Al abrir, se encontró con una persona joven que le dijo “señora quiero plata, deme plata”. Como ella se negó a entregarle el dinero que le pedía porque le explicaba que “no tenía ya que es una simple jubilada”, el sujeto empezó a romper la puerta de entrada para ingresar. Ya en el interior, el delincuente tomó sin mediar más palabras un palo que había en esa habitación de la casa, y la golpeó salvajemente en la cabeza y en el rostro. Malherida, salió de la vivienda y logró pedir ayuda a los vecinos que inmediatamente llamaron a un familiar que vive en el mismo barrio. Ellos fueron quienes la trasladaron al Hospital donde los médicos debieron suturarle una herida en la cabeza que además le provocó un gran hematoma en el rostro y le afectó uno de sus ojos.
La policía no pudo brindar demasiada información porque los hijos de la mujer al denunciar el hecho solicitaron que no trascendieran más detalles debido a que sienten temor que su madre pueda sufrir nuevos ataques en su casa y esta misma versión brindaron a los medios.
Otro dato importante que también estaría siendo investigado, es que la anciana relató que dos semanas atrás, mientras dormía, uno o varios sujetos le rompieron una de las ventanas de la casa y le llevaron todos los utensilios de cocina que poseía. Su caso como el de tantas otras personas mayores, deberá ser tenido en cuenta por familiares y allegados para que se pueda brindar una mínima protección a estas personas indefensas que se convierten en un blanco fácil para estos delincuentes.