Golpe comando en pleno centro
Dos delincuentes sorprendieron a los empleados, dueños y clientes de la inmobiliaria Giles-Yabas, a quienes apuntaron y robaron dinero y pertenencias.
La ola delictiva sigue azotando a la ciudad y no hace excepciones. La zona céntrica continúa siendo uno de los sectores más vulnerados y se repiten hechos con características similares. Las mismas que hacen sospechar sobre la presencia de una banda muy bien dotada, no sólo de elementos y material sino también de información.
En la mañana de ayer se produjo un robo calificado en la inmobiliaria Giles & Yabas. Alrededor de las 10 de la mañana, dos personas de buen aspecto y de unos 30 años, ingresaron a las oficinas y sin titubear redujeron con armas de fuego a quienes se encontraban allí. Clientes, empleados y hasta a uno de los propietarios.
Los delincuentes pusieron llave a la puerta de ingreso y trasladaron a todas las personas a una de las oficinas que se encuentra en la parte posterior a la recepción. Allí apuntando a la cabeza de Florencio Yabas, uno de los dueños, exigieron que les cedan el dinero que había en el comercio.
Lo curioso es que los delincuentes se manejaron con mucha tranquilidad y cautela, demostrando tener una cierta experiencia en esta clase de ilícitos. Típico de un golpe comando y con gente foránea.
Si bien nada está confirmado, tranquilamente podría tratarse de los mismos delincuentes que hace unas semanas atrás, perpetraron varios ilícitos en el mismo radio de la ciudad. Uno de ellos en las oficinas de Credil, cuando dos personas armadas ingresaron a la mañana, redujeron a las empleadas y les llevaron el dinero disponible más algunas pertenencias personales. Las ataron en el sector posterior del local y se fueron sin que nadie se diera cuenta de lo que ocurría, aunque se estima que una persona más permanecía en las afuera del comercio.
Dos días después, en el local de Supermercado del Mueble, ubicado en Mitre al 1200, se produjo un hecho similar. Dos delincuentes ingresaron en horas de la mañana y procedieron a encañonar con armas de fuego, a los empleados y clientes que se hallaban en el lugar. Exigieron que se les entregue el dinero que había en la caja y huyeron luego de maniatar a todos en una dependencia continua al sector de atención al público.
Todos estos hechos y el registrado ayer en la inmobiliaria, tienen algunas características en común. Los sujetos se movilizaron con todos los síntomas de un experimentado, entraron y salieron como si nada pasara y dieron a entender que tenían información completa sobre las tareas y los movimientos que allí se realizan.
Desde hace ya unas semanas, los comerciantes de la cuadra venían tratando el tema y justamente analizaban la posibilidad de colocar personal de seguridad en el lugar, ahora quizás se aceleren las decisiones.
Robo y persecución
En la mañana del Lunes, le tocó vivirlo en carne propia al mismísimo Presidente del Centro de Comercio e Industria, Juan Gutiérrez.
Este caso podría haber quedado como uno de los tantos hechos que suceden a diario, pero por las características que tuvo no lo fue. Y ni siquiera por tratarse de un dirigente, sino porque tuvo una actitud de las que no suceden a menudo donde a veces la inconciencia y los nervios, llevan a sufrir reacciones que van mucho más allá de lo prudente.
Gutiérrez se encontraba en su comercio, Autoservicio San Pedro, ubicado en Güemes casi esquina 25 de Mayo, en pleno centro de la ciudad. Cerca de las 9:45 horas ingresó un joven de unos 20 años que, con su rostro semi cubierto, extrajo un arma de fuego y amenazanado al propietario diciéndole que le iba a tirar, lo hizo arrodillar. La odisea duró muy pocos minutos pero fueron los suficientes para hacer pasar un mal momento al comerciante. El delincuente exigió que se le entregue el dinero y el celular, además cargó distintos productos en una bolsa. Así y todo, sin que nadie ingresara al lugar en ese instante, el sujeto se dio a la fuga una vez consumado el hecho.
Gutiérrez, lejos de deponer su actitud se recompuso y a bordo de su camioneta comenzó a perseguir a quien le había robado. Así fue transitando varias cuadras hasta llegar a una vivienda de Javier Rivero al 300, en donde el joven ingresó raudamente aunque antes descubrió su rostro siendo identificado por su víctima.
El comerciante regresó al autoservicio para dar aviso a la Comisaría, ya que no poseía el celular que minutos antes le habían robado. Desde allí, teléfono mediante, brindó los datos justos a la Policía, que, de inmediato concurrió al lugar del hecho y a la vivienda donde había concurrido el ladrón. Pese a la requisa, ni el sujeto, ni los elementos sustraídos fueron encontrados en el lugar, estimándose que tuvo el tiempo suficiente como para escapar antes de que lleguen las patrullas. De todos modos, la Policía inspeccionó la casa como así también obras y viviendas abandonadas de las manzanas aledañas pero sin resultados. Igualmente se procura poder apresar al autor del robo ya que la víctima habría aportado datos importantes, como para dar con él.