Geriátrico Residencia de Luz: hablaron las cuatro empleadas aisladas en el Tiro Federal
Se trata de cuatro trabajadoras, dos oriundas de Río Tala y dos de Baradero, que el jueves pasado fueron trasladadas el Complejo Turístico Municipal para cumplir el aislamiento, tras acusar síntomas compatibles con coronavirus COVID-19. Este lunes, la dueña del geriátrico, Ana Clara Marasco, había dicho a La Opinión que "hicieron abandono de persona" y que sus padres tuvieron que hacerse cargo de los adultos mayores alojados. Las empleadas dieron su versión de los hechos y cuestionaron a quienes conducen la residencia.
Este lunes, la titular del geriátrico Residencia de Luz, la enfermera baraderense Ana Clara Marasco, contó a La Opinión que el jueves pasado sus padres, que forman parte de la conducción del lugar, tuvieron que ser trasladados en ambulancia a San Pedro para hacerse cargo de los residentes porque las cuatro empleadas que estaban aisladas allí "se fueron".
Lo que sucedió fue que acusaron síntomas compatibles con coronavirus COVID-19 y el sistema sanitario activó el protocolo para con ellas, que decidieron no continuar el aislamiento en el geriátrico, por lo que fueron trasladadas al Complejo Turístico Municipal del ex Tiro Federal.
"Se fueron. Hicieron abandono de persona", dijo Marasco y consideró: "No tienen corazón". Las empleada en custión decidieron dar testimonio desde su lugar de aislamiento para ofrecer su versión sobre lo sucedido. Griselda, Paola, Lorena y Silvia son sus nombres.
Griseda hace un año que volvió a trabajar al geriátrico. Antes había estad alrededor de seis años, hasta que fue despedida. Luego, tras un acuerdo, regresó. Silvia está hace 9 años, también yendo y viniendo. Lorena lleva dos años y de la misma manera se había ido y regresó. Paola igual: trabajó nueve meses y se fue; ahora estaba hacía ocho meses.
Todas coinciden: "Siempre en negro. Siempre nos fuimos por alguna situación, después nos llamaba ella. ¿Aporte? ¿Obra social? Nada, nunca registradas Nadie tiene recibo de sueldo, todos en negro. Nunca fuimos al Ministerio de Trabajo a denunciar". Son "asistentes de enfermería", ninguna es enfermera matriculada. El único médico del lugar es el doctor Pablo Gallo. "No va todos los días, va cuando lo llamas va si pasa algo", explicaron.
"Acá estamos, aisladas en el Tiro Federal desde el 16, estamos juntas las cuatro, sin volver a los lugares de residencia", contaron las empleadas, que quedaron "varadas" en el geriátrico cuando el 12 de julio llegaron para trabajar y cumplir su turno.
"Nos quedamos hasta que llegaron los dueños", contaron. "Nadie nos ayudó, nadie nos asistió, estábamos olvidadas", se quejaron. "Pensábamos que podíamos contagiarnos, no tenemos los elemnetos para cubrirnos de la salud", aseguraron.
Como se dijo son "asistentes de enefermeria". "No tenemos título, nada, sólo el corazon para estar con los abuelos. Como empleadas, hacíamos todo: damos de comer, bañamos, limpiamos, incluidos los abuelos", contaron.
El padre de Ana Clara Marasco, como ella misma contó, era quien las trasladaba. "Los abuelos no tenían salidas, no tenían visitas, el tema del ingreso del virus no sabemos. Las chicas de Tala iban del trabajo a la casa, el dueño era el remis, nos traía a las 6 de la mañana y nos llevaba a las 18.00, y retornaba un turno nuevo, nos reemplazaban dos chicas de noche, que aislaron en su casa y no fueron hisopadas".
El lunes por la noche, el Gobierno local anunció que una compañera de trabajo dio positivo. Una joven de 29 años, oriunda de Gobernador Castro. La anunciaron como "trabajadora del geriátrico", pero ya no lo era: "La echaron porque se enfermó y no le creyeron, estaba con bronquitis aguda y la despidió por tener sintomas. Le mostró los papeles, pero la despidió de todas maneras", relataron.
"Íbamos a hacer turnos fijos y sin francos, ellos iban a trernos y llevarnos y no se cumplió, quedamos encerradas ahí, privadas de la libertad y lejos de la familia", señalaron. "Nosotras no dejamos los abuelos abandonados, no estamos capacitadas para atender abuelos que estuvieron infectados, no nos dieron indicaciones, cuando nos enteramos que volvía la abuela recuperada de COVID, nos fuimos", agregaron.
Las cuatro empleadas fueron hisopadas el jueves y están a la espera de los resultados, en aislamiento estricto en el Tiro Federal. "Nos dijeron que no teníamos síntomas, Sancho nos dijo tienen que volver a la residencia. Me negué por completo", relataron.